1. OBSESIÒN VOYEURISTA


    Fecha: 11/07/2019, Categorías: Gays Autor: Luciovoy, Fuente: SexoSinTabues

    ... culo de Ivàn. Metiò sus dedos profundamente y masajeò hasta arrancarle al machito rubio toda clase de gemidos y jadeos. Luego se puso un preservativo en la punta de su glande y obligò a Ivàn a desenrollarlo con su boca. Ajustò el forro mientras Ivàn se ponìa en cuatro patas directo hacia mi para que no perdiera detalle. Mis dedos buscaban desesperadamente una punta de la cuerda para comenzar a desatarla. - Cojeme- siguió gimiendo Ivàn- Dale, por favor, no doy màs…- Diego siguò hurgando con sus dedos el ano de Ivàn y golpeò con fuerza sus nalgas. Rozò con la punta de su enorme verga el espacio entre sus nalgas y se retirò pronto. Ivàn gemìa, puteaba y se tocaba el pecho escurriendo el abundante sudor que chorreaba sin cesar. - ¿Qué pasa, papi?- sonriò Diego-¿Querès verga? - ¡Matame!- gritò Ivàn. - Diego lo tomò por las caderas y de un solo golpe enterrò su verga entera en el culo redondo y musculoso de Ivàn. - El grito de Ivàn me hizo retorcerme. Mi verga estaba hinchada y mis muñecas seguían tan atadas como antes. Comencè a respirar con mayor calma para poder pensar con tranquilidad y hallar el modo de desatar aquellas vueltas. Claramente no había nudo sino una serie de vueltas con tramos cruzados para hacer difícil que me desatara pero no imposible. Fijè mi mirada en la cojida atroz que Diego le estaba dando a Ivàn y procurè concentrar mis energìas en desatar las vueltas de las cuerdas. Cuando una de ellas cedió sentí que la presión se aflojaba. Pero algo las mantenía ...
    ... firmes y la calentura me hizo explotar en gritos como si yo mismo estuviera siendo penetrado. Sentì el semen subiendo por mi tronco y supe que acabarìa. Procurè moverme y bajar la tensión y cerrè los ojos para no seguir viendo el espectáculo antes del momento cumbre. Pero era imposible acallar los gritos y gemidos de los dos. Seguì trabajando sobre las cuerdas mientras trataba de evitar que mi verga explotara en una acabada sensacional. Diego había acostado a Ivàn, levantò sus piernas en sus hombros y lo penetrò mirándolo a los ojos con la misma vehemencia que antes. Ivàn abrió sus brazos, se aferrò de las almohadas de la cabecera y siguió gimiendo mientras se entregaba sin tregua a las embestidas de Diego. Mis manos comenzaron a hacer un movimiento reiterado e involuntario y notè que las cuerdas cedìan a medida que la acción de abrir y cerrar las muñecas se repetía. En el momento en que Diego tomaba de las caderas a Ivàn para acercarlo aùn màs a su pelvis incesante mis manos se soltaron y me estremecì convulso en el sofà. Movilicè mis manos para que la circulación regresara y comencé a masturbarme suave pero continuado sabiendo que el final no estaba lejos. Diego me echò una mirada breve, tan sutil que apenas alcancè a notarla. Los tres estábamos jadeando y sudando a mas no poder. Entonces Diego salió de dentro de Ivàn y se echò en la cama boca arriba. Lo que siguió fue un trance casi hipnótico. No pude apartar mis ojos de ellos cuando Ivàn se sentò sobre la verga de Diego y ...