1. La recesión


    Fecha: 11/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... momento, y me acosté junto a ella, pero estaba bastante equivocado, ella ya estaba lista para continuar la pelea de los sexos.Se levantó y se acostó encima mío, besándome apasionadamente y metiendo su lengua en busca de la mía. Todo estaba como al principio, ella excitada al máximo, pero ahora era ella quien hacia trabajar sus manos en mi cuerpo. Me acariciaba el pecho, me halaba mis bellos y los entorchaba (hacer ricitos) desde el pecho hasta el bello debajo de mi ombligo. Bajaba dándome besos y jugando con su lengua, tal como yo se lo había hecho anteriormente. Era realmente delicioso y placentero esos jueguitos suyos. Llegó a mi ombligo y se dedicó a meter y sacar su lengua de ahí, bajando lentamente mis pantalones con sus manos, mientras con su lengua iba explorando por primera vez mi zona genital, terminó de sacarme mi pantalón, dejando que mi polla saliera en todo su esplendor, cuán duro y firme como estaba. Ella, de inmediato lo atrapó y se lo llevó a la boca, comenzando a chuparlo frenéticamente, se lo metí y luego lo sacaba, para volvérselo a meter, y así haciéndola cada vez más fuerte, y yo gozando como un loco inmerso en el placer que me estaba dando Sandy. Mi polla estaba a punto de estallar, ella se dio cuenta de mi situación y se lo sacó, para mordisquearlo por el glande y luego por el cuello, haciéndome saltar a cada mordiscos del que era víctima. Ya no aguantaba más, le di la vuelta y la acosté y le dije: ¡Ahora mamacita vas a ser mía! Ella respondió: ¡Siempre ...
    ... seré tuya, papacito! Y de inmediato me atrapó entre sus piernas, diciéndome: Mételo hasta el fondo, por favor que ya no aguanto mas, Mételo mi amor, Mételo todo. Una vez en posición se lo mandé hasta el mismo fondo de un solo empujón. Ella lanzó un gran gemido luego del mismo comenzó a moverse en sube y baja, tal parecía que estaba sobre un potro salvaje y trataba de mantenerla ensartada mientras ella deliraba de placer, cuando de repente ella me volteó y me puso boca arriba y ella encima mí. Papacito ahora quiero hacer realidad mi fantasía me dijo y estando ella sentada sobre mis muslos, cogió mi polla con sus manos y comenzó a frotarsela en la abertura de su vagina primero en forma suave y cadenciosa para luego ir incrementando la velocidad y la fuerza con que lo hacia. Ella gemía fuertemente y ya no nos importaba si la mamá nos oía o no, el asunto era disfrutar abiertamente de nuestro encuentro. Nunca había sentido ser objeto de juegos sexuales, pero la verdad es que lo estaba disfrutando grandemente. Sus gemidos se incrementaron, cuando comenzó a jugar mi pene con su clítoris, ocasionándole un nuevo orgasmo, lo que no le impidió seguir con la fricción cada vez más fuerte hasta llegar a otro orgasmo en forma seguida. Luego de este segundo, agarró mi polla y la mamó un rato hasta que ella misma se la colocó en la entrada de su gruta de placer y se sentó sobre ella ensartándose terriblemente. Ella gemía, mufaba prácticamente, estaba afuera de sí, estaba como enloquecida del ...
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