1. Cogiendo con la bella profesora Evelyn


    Fecha: 12/07/2019, Categorías: Primera Vez Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... solamente me decía: Tony, Dios mío Tony. –Una y otra vez. Como dije, sus pezones parecían de adolescente, firmes y bien formados y me di gusto de mamarlos y lamerlos a doquier. Ella solo gemía y su respiración se hizo aún mas profusa cuando poco a poco mis manos pasaron de masajear su cintura y ahora una masajeaba su rico trasero y la otra se abría paso y por su ropa interior comencé a masajear su sexo, el cual se podía sentir muy húmedo y sus jugos ya habían traspasado esa barrera para tocar directamente su caliente sexo. Sintió mis dedos por sobre su conchita y solamente exclamaba: Tony… Dios mío Tony. Podía sentir que su cuerpo temblaba, y cuando ella volvía a mencionar mi nombre, yo le besaba la boca, sus pezones, y mi mano derecha agasajaba su vulva por sobre su ropa íntima y mi mano izquierda le tomaba sus ricos y sólidos glúteos. Llevaba uno de esos calzones tipo hipster, que en algunos lugares me di cuenta que le llaman “Cacheteros”, pues le dan forma a las nalgas para que se vean más pronunciadas. Su prenda íntima era roja, como su vestido y yo con una maniobra me he bajado el cierre del pantalón para que la profesora Evy pueda sentir más directo la erección de mi verga. Ella quiere sentirla, intuyo que eso es lo que quiere, pues se arrima para que su sexo choque contra el mío. La barda de la terraza es de un ladrillo rustico e incómodo, así que decido levantarla y la cargo y la llevo hacia la habitación y caemos en la cama. Ella quiere decir algo, pero yo le ...
    ... cierro la boca con más besos. Su calzón esta mojado, súper mojado y con mis dedos puedo sentir lo espeso de sus ricos jugos. No se lo bajo, de alguna manera logro hacerlo a un lado y siento como mi verga, se desliza deliciosamente entre los labios de la vagina de la profesora Evy. Ella solo gime de placer y comienzo a penetrarla con cariño y movimientos lentos. Que sienta lentamente como mi verga se hunde en lo profundo de su vientre, mientras beso sus labios, saboreo su lengua, mamo sus pezones y gime cuando lamo sus axilas. Aquel movimiento toma ritmo en la posición del misionero. En momentos dejo caer todo mi peso sobre ella, luego me levanto y me apoyo con mis brazos y le dejo ir algunas embestidas donde solamente frunce sus labios y cierra sus ojos. Aquello repetitivo la lleva a ver las luces, las estrellas, cierra los ojos, los aprieta y deja escapar un leve suspiro y siento como Evy, masajea mi verga con la contracción de su vulva… ha llegado al orgasmo. Su expresión es fascinante y me hipnotiza en ese túnel del placer y me hace acabar y le lleno su vientre con tremenda eyaculación. Caigo sobre su cuerpo, me abraza y segundos después, la profesora Evy se echa a llorar. No entiendo, hemos tenido un sexo tan fantástico, que hasta mi eyaculación la sentí diferente y muy delicioso, pero ella solloza en la cama sin decir mucho. Cuando recupera la compostura me dijo lo siguiente: - ¡Nunca pensé que esto podría pasar! Siempre lo evite y hoy, sin más ni más, me he entregado a ti. ...
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