1. El 69 con Priscilla


    Fecha: 12/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    EL 69 CON PRISCILLA Hacer el 69 con Priscilla es una delicia inigualable. Como las dos noches que dormimos juntos son la del viernes y la del sábado, por la ausencia de su madre, nuestro gran momento para el sexo oral es la mañana siguiente. Cada sábado y cada domingo de mañana la escena se repite. Yo me despierto primero y siento a mi lado la tibieza del cuerpito dulce y sensual de Priscilla. Me parece increíble haberla poseído, haberla hecho gozar como mujer durante toda la noche, haber escuchado sus grititos y sus gemidos amorosos. Nunca hubiera imaginado que los orgasmos de un pequeño cuerpito como el de ella pudieran ser tan intensos y apasionados. Con estos recuerdos comienzo a acariciarla, descubriendo bajo las sábanas el palpitar de su cuerpo desnudo. Mi mano recorre lentamente la suave tersura infantil de su piel. Primero los hombros, los bracitos delgados, las costillitas marcadas en su costado, la cinturita bien fina, la creciente redondez de las caderas, las piernas esbeltas... Mi hijastra sigue dormida pero suspira entre sueños. Luego mi mano recorre su colita espléndidamente parada y redondeada, apretando sus nalguitas durísimas hasta arrancarle pequeños gemidos. Su cuerpo de niña comienza a despertarse y a moverse inquieto. Ahora mi mano sube a sus pechitos crecientes, los acaricia, los envuelve, los oprime dulcemente. Mis dedos juegan con sus pezoncitos que ya empiezan a ponerse duritos. Entredormida, Priscilla me echa los brazos al cuello y me ofrece su ...
    ... boquita entreabierta. La beso en los labios, disfrutando de su suavidad. Sus labios se adhieren a los míos con algo de deleite infantil. Priscilla suspira. Nos besamos en la boca hasta casi quedarnos sin aliento. Mi mano baja por su cuerpo desnudo, sintiendo su piel tersa y suave. Priscilla jadea, ya casi totalmente despierta. Busco su entrepierna y la encuentro, acariciando su mata de pelo hirsuto. -Papito, papito-susurra ella mientras abre las piernas. Mi mano recorre su sexo caliente y húmedo. Mis dedos apartan sus enmarañados pendejitos y recorren suavemente sus labios vaginales. Mi hijastra busca mi boca con la suya. La siento golosa y entreabierta. Mientras nos besamos en la boca mis dedos encuentran su clítoris y lo masajean circularmente. Priscilla ya aprendió a disfrutar como una mujer. Su lenguita se mueve sensual y atrevida, metiéndose en mi boca, lamiendo el interior de mis labios, chupándolos con deleite, lamiendo mi lengua entre gemiditos excitados. Parece increíble que solo sea una pendejita que hasta hace apenas un mes era simplemente mi pequeña hijastra mimada y consentida. Mi mano sigue entre sus piernas, pajeándola como sé que a ella le gusta. El beso de lengua sigue, larguísimo y placentero. Ahora es mi lengua la que entra en su boca, son mis labios chupando los suyos, es mi lengua dentro de su boquita y lamiendo su lengua. El cuerpito de Priscilla se estremece, recorrido por ondas violentas de placer. Su lechita tibia se va escurriendo entre mis dedos. Sé que ...
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