1. Orquídea Salvaje


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Dominación Autor: Crusnik, Fuente: SexoSinTabues

    Un biólogo descubre la feromona de una planta y la usa para conquistar a su vecina. Como biólogo viajo mucho y a diferentes lugares tratando de averiguar el comportamiento y forma de vida de diferentes especies. En uno de mis viajes recónditos encontré una extraña orquídea junto con la cual había una araña. Me llamó la atención que en el medio ambiente había una gran cantidad de aves e insectos. Asimismo, los insectos se apareaban en la orquídea sin preocuparse por la araña. Es más algunos insectos hacían sus rituales de cortejo con el arácnido, el cual aprovechaba para devorar a su presa. Este comportamiento me dejó atónito y llevé gran cantidad de especímenes para examinarlos. Lo que hallé fue que la orquídea segrega una droga, la cual sólo se activa con el olor de la feromona de la araña. Inyecté una pequeña cantidad de la orquídea en los ratones, nada ocurrió. Pero bastó colocar un poco del olor de la feromona para ver cómo los ratones se excitaban, queriéndose aparear sin importar nada. Me pregunté si la sustancia tenía el mismo efecto en los humanos y si podía usarla con mi vecina. Tengo 30 años, vivo solo en el cuarto piso de un departamento, frente al cual se encuentra mi vecina Luz: Una mujer viuda de 37 años de curvas contorneadas, cabello largo y lacio, y personalidad muy alegre y extrovertida. Además ella tiene una hija: Andrea de 15 años, alta, plana, con un cuerpo en desarrollo y algo tímida. Siempre me atrajo Luz y aunque enviudó hace más de cinco años aún ...
    ... conserva el anillo y no ha salido con nadie. Me pareció la víctima perfecta para probar la sustancia. De mis viajes siempre le traigo productos exóticos, así que darle infusiones de té y condimentos hechos de orquídeas y darle estas flores no llamaría mucho su atención. Sabía que toma el té todos los días. Además la flor tiene un agradable sabor y aroma. Calculando sabía que requeriría de por lo menos un mes para que su cuerpo tuviera la cantidad necesaria. El tiempo suficiente para que un amigo químico sintetice la feromona en un perfume. En lugar de un perfume, lo que me sintetizó fue una loción, la cual me apliqué en la cara, cuello y pecho. Al llegar al edificio fui a ver a Luz, sabía que a esa hora estaría sola. Cuando me vio o mejor dicho me olió su respiración se agitó y no opuso resistencia cuando le di un apasionado beso, el cual fue bajando por su cuello mientras mis manos apretaban sus redondeados glúteos y las manos de ella trataban de quitarme la camisa. La conduje a su habitación, le quité completamente la ropa, al llegar a sus bragas comprobé que estaban mojadas. Era mía. Podía hacer lo que quisiese con ella y no opondría resistencia. Empecé lamiéndole los pechos, sus pezones estaban duros, bajé por su estómago y llegué a la gloria de su vulva, su clítoris. Su chocho era una laguna cálida, húmeda y con olor a mar. Ella olió mi pecho y se excitó aún más. La abrí de piernas y empecé despacio con el mete y saca, ella bufaba y gemía. Se notaba que tenía mucho tiempo de ...
«1234»