1. Quería metersela a un cabrón


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Gays Autor: morenomexicano, Fuente: SexoSinTabues

    Era hermoso macho que anhelaba por cogerme... Nunca creí que un hombre me fuera a gustar de esa forma, mucho menos que me iba a dar la cogida de mi vida, me llamo José, tengo 20 mi cuerpo es atlético con unas nalgas redondas que en pantalones se me ven bien paradas y en shorts ni se diga, conocí a Luis el primer día de clases de preparatoria, lo que me fascinó desde que lo vi, fue su caminar lento y ver debajo del pantalón gris sus nalgas como se movían de arriba abajo, siempre me he considerado fan de los culos de los hombres, y el de Luis, era el culo más delicioso que iba a probar. Una mañana con el pretexto de que me enseñara unos ejercicios de matemáticas me acerqué a él y le pedí que me explicara, obviamente yo los sabía hacer a la perfección, pero necesitaba olerlo, sentirlo cerca, ver sus labios delgados como pronunciaban cualquier palabra, de verdad que Luis me traía loco, y él se comportaba de una manera tan amable conmigo que en realidad pensé que iba a haber algo, que quizá a escondidas de todos podríamos iniciar una relación, algo de lo que me hizo pensar eso fue cuando hicimos un trabajo en equipo y nos sentamos frente a frente fue ahí que entre platica y platica mi pierna rozó con su entrepierna y el dio un sobresalto pero no dijo absolutamente nada, por lo que me no me detuve y poco a poco seguí acercando mi pierna hasta que otra vez lo toqué, y dio otro sobresalto, pero una vez más no dijo nada, fue en ese momento que no importó lo que fuera a pensar, y ...
    ... acerqué más y más mi rodilla hasta que pude sentir sus testículos en ella, fue una sensación tan escalofriante la que me recorrió, sobre todo cuando Luis se quedó quieto, pues pensé que se molestaría, pero se quedó ahí, posteriormente comencé a mover lentamente mi rodilla, una y otra vez, sentía como sus testículos rosaban mi rodilla y como su verga iba creciendo, y solo veía como suspiraba y miraba hacia la ventana u otro lado donde pareciera distraído. Esa fue la vez que supe que Luis en verdad era heteroflexible, y que me encantaba más, cada que pasaba cerca de las canchas y veía como brincaba y encestaba, como su cabello negro se acomodaba perfecto a su cara y como esa soberbia de estar bien bueno hacia que mirara con desprecio a todos y se sintiera orgulloso de ese cuerpo, de esos dientes perfectos de esos pechos bien trabajados a los que tantas veces soñé morder y chupar. Fue hasta dos meses después que comenzaron los entrenamientos para elegir al equipo de basquetbol de la escuela y yo no era un gran jugador, pero debía estar ahí, ese año irían por tres días de viaje y era la oportunidad perfecta para estar con José. Fue así como me presenté y obtuve un gran puntaje y comencé a entrenar como parte del equipo, era de verdad excitante cada que corría y me arrimaba cerca de un guapo musculado durante los entrenamientos, sentir su respiración en mi nuca o su polla en mis nalgas, y ni imaginar cuando íbamos a las duchas, era de verdad un espectáculo ver culos duros, bien ...
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