1. Mi esposa y mi fantasía


    Fecha: 07/11/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola amigos lectores de relatos eróticos. Creo que al visitar esta historia, ustedes son como yo, calientes y decididos a experimentar emociones distintas a las vistas en la vida social. Soy un hombre profesionista, de 34 años, hombre que ha tenido la oportunidad de viajar por todo México y parte del extranjero, permitiéndome con ello tomar la vida de una manera distinta a la mayoría. Me gusta mucho la lectura y ella me ha enseñado a liberar mi mente, mis criterios y decisiones (los libros son considerados las llaves de la libertad). Mi esposa Mary, mujer de 27 anos de edad, poderosamente sensual, coqueta y de excelente cuerpo. Es bajita de estatura (1.58 m) pero con unas curvas más que perfectas para satisfacer la mirada de cualquier hombre, sobre todo al latino que como todos saben, gusta de cuerpos curvilíneos, delineados y bamboleantes (rítmicos), y no los cuerpos parejos, sin movimiento sensual y rígidos. Para el hombre, un buen cuerpo hace que la ropa se vuelva curva tras la tela y una mujer que explota su vestimenta para lucir su cuerpo es una mujer de decisión. El vaivén de las caderas de Mary, la exposición orgullosa de sus senos bajo escotes atrevidos y su coquetería natural, resulta ser el símbolo más femenino de ella. Mary, como les he dicho, posee un cuerpo delicioso y tal vez parezca repetitivo con las demás historias que han leído, pero en este caso, les puedo asegurar que la descripción de ella, es verdadera. Todo sucedió después de haber cumplido tres años ...
    ... de casados. Cualquier lector de esta sección, casado sabrá que ahora en día el apetito sexual dentro de los matrimonios, se acaba peligrosa y rápidamente lo que motiva que el hombre o mujer, tengan sueños con más y variadas fantasías sexuales. La mujer es más reservada y eso lo entendemos ya que es su naturaleza; al ser la mujer más reservada, conserva en silencio sus fantasías y aun llega a negarlas frente a su pareja. El hombre tiende más a hablar sus fantasías y planteárselas a su mujer. Por ello, Mary, siendo una mujer deliciosamente atractiva, despertó desde el noviazgo, un deseo sexual en mí, que incluso podría rayar en lo lujurioso, ya que su cuerpo me incitó a desearlo y verlo lucir tras ropas atractivas en un principio y cada día más, recortar el tamaño de la misma hasta casi desear verla exuberantemente provocativa: minifaldas, escotes, zapatillas altas, tanguitas, y prácticamente prohibirle usar brassiere y medias en sus piernas, de forma tal que al usar minifaldas, sienta la libertad de no traer nada debajo que le limite la visión de sus prendas íntimas. Mary se acostumbró a vestir de esa forma y además al salir conmigo a distintos lugares, ha visto que es normal ver a varias mujeres vestidas así, lo que provocó que hasta ella, busque la manera de vestir más atrevida que otras mujeres. El morbo de verla más atrevida y hasta exhibirse entre la gente nació desde un día que la vi sentada, frente a unos cuatro jóvenes en el restaurante, ella con minifalda y un gran ...
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