PADRE DE FAMILIA - Relatos Eróticos

PADRE DE FAMILIA

Muchas de las razones por las que entramos a esta vida de placeres homosexuales, ni siquiera son de carácter de convicción, a veces las circunstancias ponen ahí a las personas y ya después el placer y la comodidad hacen el resto. Tal era el caso de Don Rufino, un tipo maduro de 55 años, esposo de Doña Beatriz y padre de 3 hijos, Eduardo el mayor, Bety y Patricia, cuando lo conocí yo acababa de cumplir 37 y estaba en una especie de depresión, porque mi amante se había ido a radicar a Miami, y yo me había quedado solito y con muchas ganas de seguir experimentando mi sexualidad gay, había escuchado de unos baños de vapor en donde se daba el ligue entre hombres, era la primera vez que iría a un lugar de esos, no era meterse a un privado, era pedir un boleto en el vapor general y una vez ahí, te daban un vestidor que no era otra cosa que un cuarto de un metro por 2 para desnudarte y dejar ahí tus pertenencias, una vez desnudo o con una sabana enredada en la cintura, que era lo que el encargado del local te daba al entrar, te encaminabas al vapor, estaba dividido en cuatro espacios el área más grande tenia regaderas y lavabos luego había un área de 6X6 metros en donde solo había vapor seco, y tenía buena iluminación, después en medio un área de masajes, con dos planchas de concreto, y finalmente el sauna, que era donde se daba todo, un cuarto de 6X6 con un vapor muy denso que apenas dejaba ver la silueta de alguien a escasos 3 metros, pero eso no era todo, además del vapor denso, ...

... el cuarto carecía de buena iluminación lo único que iluminaba el cuarto tenuemente, era la luz que se filtraba por las rendijas de los ventanales, por lo que muchas veces solo veías la silueta de quien tenias cerca. Un sábado por la mañana decidí aventurarme al lugar, pensé que por ser mi primera ocasión, iría temprano a la hora que abrieran, para así no encontrar mucha gente y empezar a tomar confianza, llegue y era el único, como no había nadie, me deje una tanguita negra, y me enrede la sabana en la cintura y así entre al sauna, el lugar estaba vacío, me quite la sabana para acostarme sobre ella, y me acosté boca abajo en la banca de concreto y azulejo que esta alrededor del cuarto, no tenía ni 5 minutos disfrutando del vapor cuando se oyó que abrieron la puerta, seguramente era alguien que acaba de entrar, de reojo trate de ver al tipo pero solo veía su silueta, dado de vueltas por el cuarto, estirando los brazos, cuando pasaba cera de mi, sentía su mirada en mis nalgas ya que no me dio tiempo de quitarme la tanguita, cuando sentí que volvía a pasar junto a mi voltee la cabeza y alcance a ver un pene de muy buen tamaño no obstante su flacidez, sentí que se quedo quieto, yo tampoco hice nada y disimule que estaba dormido o cuando menos relajado, de repente alce la mirada y vi que el tipo se sentaba junto a mi del lado de mis pies, abrí mis piernas como para invitarlo a tocarme y comprendió la maniobra, sentí el roce de sus dedos sutilmente y como vio que no dije nada dejo ...