1. Polola fiel... y los lobos (1ª entrega)


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: Infidelidad Confesiones Autor: PrimeroPasos, Fuente: CuentoRelatos

    ... Por respuesta me dio un beso que me aflojó las piernas, la voluntad. Todo. La música, la penumbra… todos nuestros amigos allí, mi pololo abajo. Esto me tenía muy caliente. - ¿Cómo tengo los huevos? - ¿Qué cosa? (pregunte) - ¿Qué si tengo los huevos raros, o algo? Ton dudas llevé mi manito dentro de su calzoncillo, y toqué por primera vez su miembro. Duro, caliente, palpitante. Bajé un poco más y palpé sus testículos. - Están como duros Antonio. Creo que están llenos. Se ve que esa chiquilla te dejó caliente. - No. Ella no. Es este culo el que me tiene caliente. Tú me tienes caliente. (Me gusto eso, sonreí). Bájate el tanga, dijo… - No, eso no. - que te lo bajes (ordenó) - … no porque después me va a querer coger. Y eso no va a suceder. - Mmm… bueno. No cojamos. Está bien. Pero déjame hacerme una paja en tu culo. - Ahhhh… bueno… pero no me lo metas. ¿Puede ser? - Sí, sí. Está bien… pero ¡bájate el tanga ahora! Y me lo bajé. Inmediatamente empezó a moverse. ¡Que rica verga! Ni más grande o gruesa… solo diferente. ¡Que rico se sentía! Sus gemidos, sus manos aferradas a mi culo, sus ganas de mi… ¡que placer! En un rato, soltó un montón de lechecita calentita en mis nalgas y espalda. Tenía mucha leche acumulada. En todo caso fue un buen acto. Él lo necesitaba. Me dio vuelta y me beso. Nos besamos. Pero nunca perdió la erección. Seguía muy duro. El seguía caliente y yo… también. - Ya que estamos en esta, vos, medio desnuda, yo con la pija mirando al techo… ¿si no vamos a coger, ...
    ... porque no me la chupas? - ¡Estás loco Arturo! ¡Eso no! ¿¡Viste que no entiendes nada?!. De eso nada - …mmm… un mamom… una chupadita… ¿Qué te cuesta? Ahí trató de calmarme un poco. Me dijo algo que tenía mucho sentido. Dijo que esto no tenía nada ver con mi relación. Que el respetaba mucho a Joaquín. Que me respetaba y me quería mucho, como a una amiga. Que no quería ni meterse en el medio de mi relación ni, mucho menos, faltarme al respeto. Que era yo quien entendía mal las cosas. Esto es… venía siendo… y sería algo diferente a todo eso. Él quería seguir siendo mi amigo. Nada diferente. Y que sin embargo, como ya habíamos tenido lo nuestro, podíamos hacer algo por el estilo, sin que nos afectara en lo más mínimo. Siempre y cuando ni uno de los dos se permitiera confundirse. Hacer cositas que nos gusten a ambos sin cruzar la línea. Sus palabras me dejaron pensando. Y algo de razón tenía. Ya habíamos legado esto, nadie sospechaba nada. ¿Por qué no? Me puse de rodillas… yo solita - Así que querés que te la chupen… bueno, yo también quiero pija… ¡vení, ponémela en la boca que te estoy esperando! Que locura. Que calentura. En esa habitación a oscuras, solo iluminada por la luna, yo estaba de rodillas, sin tanga, con la falda en la cintura, el culo al aire, mirando a Arturo a los ojos, con la boca bien abierta, esperando a que me la pusiera en la boca. En esta boquita de labios carnosos, deseada por tantos, pintadita de rojo, que solo había probado un miembro en toda su corta vida. ...