1. Desafío de galaxias (capitulo 42)


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... demás, incluido el presidente Fiakro. En vista de que la cosa se alargaba, y Marisol ya no demostraba tener prisa, Anahis ordenó al Fénix aterrizar en el planeta para evitarla el viaje a la órbita. Cogidas del brazo entraron en su camarote y se ducharon juntas. Marisol preparó unas copas y se sentaron en el sofá frente al ventanal, por el que podían ver las miles de tiendas de campaña, de todos los tamaños, que configuraban el acuartelamiento donde estaban. —Al principio no querías ir, y luego casi te tengo que sacar arrastras, —dijo Anahis riendo. —Ya sabes que cuándo pasa algo me entran las prisas, —reconoció Marisol— pero en ningún sitio estoy tan a gusto como con ellos. En Almagro me pasaba lo mismo, cuándo entraba de turno en el cuartel del Tercio era absolutamente feliz, ya sabes, hablar, beber, discutir, pelearnos: costumbres cuarteleras. —Pues yo creía que cuándo eres absolutamente feliz es cuándo estás conmigo. —Y así es mi amor, —contestó rápidamente vislumbrando el peligro—. Lo otro es distinto: es otra cosa. —No me digas que tengo que competir con una tropa cuartelera. —¡No, no, no! Pero, ¿cómo se te ocurre algo semejante? Tú eres mi único amor y lo sabes muy bien. —Ya, pero me compartes con un montón de soldados. —Por favor, mi amor, no me montes una escena, —suplico Marisol—. Te lo repito: tú eres mi único amor. —Si ya lo sé tonta. —¡Joder tía! ¿de qué estamos discutiendo entonces? —Marisol no entendía nada. —No estamos discutiendo, es que me gusta hacerte de ...
    ... rabiar. —¡Eres mala! ¿lo sabias? —Marisol la abrazó mientras Anahis la acariciaba el trasero con la cola. Buscó sus labios y los encontró receptivos como siempre. Durante un par de horas se estuvieron amando hasta que finalmente, y ya en la cama, abrazadas se quedaron dormidas cuándo quedaba poco para que amaneciera en el planeta. A media mañana, Marisol conectó desde su despacho con el Ares por video enlace. —Buenos días Paco, ¿qué tal estás? —saludo a su amigo Paco Esteban. —Yo muy bien, con la moral a tope desde que vi tu arenga de anoche. —Perdóname por no llamarte nada más enterarme, pero estuve un poco liada. ¿Lo has visto en los informativos? —No, lo vi en directo… —¿En directo? —Si, claro. —¡Joder tío! No tenía ni idea. —La Cadena Federal interrumpió la programación y retransmitió en directo todo, la soflama, los besos, los abrazos, incluso la cena, y las copas del final. ¿No lo sabias? —Te prometo que no. Vi las cámaras por allí, pero pensé que estaban grabando como hacen siempre para los informativos. ¿Y que te pareció el discursito? —¿Discursito? Si me dieron ganas de coger la pistola y salir a pegar tiros. —No seas tonto, a ti no te hace falta una arenga. Bueno, cuéntame. —Les han pegado muy duro. Durante la batalla perdieron una fragata y tras el primer salto tuvieron que abandonar otra. El República regresa con muchos daños, pero por fortuna, los motores de salto están intactos, y ahora navega con dotación mínima, Bertil ordenó evacuarlo porque si los interceptan, ...