1. Acompañando a mamá


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... nos bañaramos los dos en el jacuzzi y asi nos ayudaríamos a enjabonarnos el uno al otro como cuando mi hermano mayor y yo eramos pequeños y ella se metía con nosotros en la gran bañera que había en casa. Me pareció simpático mas que morboso a decir verdad pero aún asi le dije entre risas: Mira que ya no soy pequeñito y te podrías llevar un susto - Susto? que dices? si no los habré visto a mis hijos crecer...- Eso hace mucho tiempo mamá - Tan solo habrás crecido algo mas, tan solo eso - y me dió una palmada en las nalgas.- Tu espera aqui si quieres que yo te aviso cuando esté el agua a punto, asi aprovecho y me meto primero para que no me espíes bribón - Que dices má? Yo no haría algo asi- Vamos que yo se que tanto tu como el pícaro de tu hermano se desvivían por mirarme desde el pasillo cuando me desvestía - Eh..bueno es cierto pero eso eran cosas de niños, algo normal a esa edad - Lo había sabido siempre y mi hermano y yo que creíamos que ella nunca se había percatado de nuestras vigilias. Bueno ya estaba, me lo había dicho de una vez y no hubo problemas, despues de todos habían pasado muchos años. Era verdad, mi hermano y yo nos turnábamos para espiarla siempre que podíamos y mas de una paja nos cascamos a su salud por aquellos dias. El timbre del teléfono me hizo volver a la realidad desde mis pensamientos. Era el Dr.Hidalgo para informarme que mi padre estaba bajo un fuerte sedante que lo haría dormir toda la noche y parte de la mañana y que todo estaba evolucionando ...
    ... bien. Mamá no cabía es si misma despues de darle la noticia y me abrazó con fuerza. Ella estaba sentada al borde del jacuzzi con una de sus manos probando la temperatura del agua cuando le informe de las buenas nuevas. Se había quitado el vestido y su delgada silueta se hacia notar tras la casi transparencia del refajo interior que llevaba. Algo en mi se disparó y ya mi entrepierna no fue la misma. Salí para que terminara de desvestirse y pudiera entrar al agua sin que yo la mirara y como a los dos minutos me dice que ya puedo entrar. El agua espumosa y con perfurme le cubría los senos y sus delgados brazos se daban ya a la tares de mojar su cuello y espalda. Me metí en el agua tibiamenete agradable y me despojé de mi calzoncillo dejándolo caer al lado de la tina para que ella lo viera. Asi está mejor si no como poderme lavar bien - dije yo para ver su reacción. No dijo nada al ver la prenda. Ella se volteó quedando de espaldas a mi y entregándome la esponja me pidió que le ayudara con su parte posterior mientras ella se ocupaba de su frente. Para ese entonces mi erección era máxima y agradecí a la vida que estuviéra fuera del alcance de su vista. De pronto ella se impulsó un poco con sus pies puestos en la pared y sus nalgas quedaron justo al principio de mi miembro. Yo no hice ademán alguno de haberlo notado y me quedé allí mismo mientras mis manos frotaban su cuello y cuidadosamente humedecían su pelo cano. Conversamos. Se que siempre has sentido celos de tu hermano - Quien ...
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