1. Un día de lluvia


    Fecha: 20/07/2019, Categorías: Gays Autor: kike_b, Fuente: RelatosEróticos

    Un día de lluvia Como suelo hacer cuando estoy caliente, ese día, buscaba ansiosamente a alguien con quien satisfacer mis deseos, estaba sentado frente al ordenador bebiendo unas latas de cerveza, con unas cuantas páginas de contactos abiertas. Tras un rato sin éxito, recibí un mensaje, un simple �Hola�, ¡¡como siempre!! La gente no suele ser muy original en este tipo de páginas. Esta vez me equivoque pues detrás se escondía justo lo que buscaba, alguien activo que quisiera sexo, solo sexo. Hablamos un rato y nos vimos por webcam, me encanto su rabo y aunque era algo más mayor de lo que yo buscaba, tenía un buen cuerpo, se notaba que iba al gimnasio y que se cuidaba bastante, era alto y delgado, del tipo que me gustan. Soy una persona bastante tímida y no es fácil que me decida a quedar con alguien muy prematuramente, pero ese día tras unas cuantas cervezas que me armaban de valor no me lo pensé, y le dije que si en cuanto me lo propuso. Me pegue una ducha, me vestí y cogí el coche para ir a su casa. Tarde bastante, a lo cual él se inquietaba y me insistía por WhatsApp que tardaba mucho. Lo cierto es que no me fue fácil dar con su casa pues estaba en una zona desconocida para mí, aparte de ser un día lluvioso y frio que no facilitaba el orientarse. Aparque bastante lejos, y de camino me moje bastante, pero al fin llegué. Llamé al timbre del portal, que sensación, mis piernas temblaban, ¿Qué me encontraría?, ¿Era lo que aparentaba por webcam?, ¿Qué pasará? Son muchas las ...
    ... preguntas que uno se hace, y que no da tiempo a asimilar, una vez que ya lo has decidido y la puerta del portal se abre, no hay marcha atrás. Subía las escaleras decidido pero asustado, llegué a su puerta y estaba entreabierta, salía mucha luz del interior. Toque dos veces espere 3 segundos y al no obtener respuesta empuje la puerta. Pufs, él estaba sentado en el hall en una silla, desnudo, con la polla en la mano. Me dijo tímidamente que pasase, no lo dudé. Era mejor de lo que esperaba, que pedazo de rabo tenía, gruesa, larga, dura y deliciosa. Desde ese momento el miedo desapareció, nada más ver el panorama era fácil lo que hacer. Con la ropa y el cabello aun mojados por la lluvia, me arrodille y comencé a chupar cada pedazo de carne de su rabo. Que delicia, lamia sus huevos, con la lengua palpaba todo ese mástil y subía hasta su capullo que rebosaba de líquido pre seminal, disfruté un rato lamiendo y restregando su polla sobre mí rostro hasta que, aun sabiendo que iba a ser difícil, tenía que intentar metérmelo hasta la garganta, lo hice, al principio me daban arcadas, y me costaba. Me pregunto si me encontraba bien, pero yo seguía insistiendo en atragantarme con su rabo. Sus manos estaban sobre mi cabeza ayudándome a meterme toda esa polla. Al final conseguí relajarme y disfrutar de sus pollazos que entraban y salían de mi boca fuertemente. A él se le veía disfrutar, yo creo que incluso estuvo a punto de correrse pues, rápidamente saco su rabo de mi boca excitado. Hizo que me ...
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