1. Historia de mi familia 4


    Fecha: 08/11/2017, Categorías: Incesto Autor: wanttobelieve, Fuente: SexoSinTabues

    Vivencias hasta el segundo cumpleaños de nuestra hija. Según fueron pasando los meses, y sabiendo mi mujer y yo que los dos dedicábamos las mismas atenciones a la niña, comenzamos a practicarlas de una forma más ordenada. Como otra rutina diaria igual que el baño o las comidas íbamos dilatando s ano poco a poco, introduciéndole pequeños juguetes durante minutos al tiempo que masajeábamos su cuerpo. A la vez comenzamos a hacer lo mismo con su vagina, al principio tan solo una fina varilla que con el tiempo fue aumentando de grosor hasta admitir el ancho de mi dedo índice. Le realizábamos estas dilataciones varias veces al día acompañadas de juegos. La niña seguía tomando el pecho y mamándome a mí a diario, siempre la hacía chupármela por la mañana y por la noche. En ocasiones en vez de hacerla tragar el semen, terminaba sobre su cuerpo y lo extendía como una crema corporal. En otras ocasiones terminaba sobre su cara y la contemplaba mientras los goterones de leche resbalaban. Y como no, la seguimos incluyendo, y participando cada vez más, en nuestras sesiones de sexo. El sexo anal resultaba cada vez más placentero para ambos, pudiendo pasarme muchos minutos penetrando cada vez a mayor profundidad su pequeño culito. Mi mujer a su vez comenzó a aficionarse a masturbarse con la mano de la niña, que introducía completamente en su coño hasta terminar corriéndose, cosa que hacia sobre la cara de la pequeña a la que empapaba en sus jugos. Esos jugos a veces los recogíamos en una ...
    ... pequeña jeringa de platico y junto con mi semen lo introducíamos dentro del pequeño coñito de la niña en el que aun, por ser tan estrecho, no entraba mi pene. Otro juego que comencé a practicar a solas con la niña fue a orinar sobre ella al bañarla. Lo hacíamos en una pequeña bañera de plástico y cuando la bañaba yo a solas, antes de comenzar meaba sobre su cuerpo mojándolo por completo. Cuando se acostumbró a la sensación pase a mojar también su cara y después a hacerlo abriéndole la boca. Tardo un tiempo en aceptar el fuerte sabor pero en unos meses ella misma abría la boca para recibir la lluvia dorada y tragar una buena parte. En ese momento decidí empezar a incluir también a mi mujer en ese juego. Ahora éramos los dos los que orinábamos sobre ella, llenando en buena parte la bañerita de forma que la niña quedaba en parte sumergida en la orina, que nosotros luego esparcíamos por su cuerpo y le dábamos a beber en un biberón. Y así se fue acercando el segundo cumpleaños de la niña, día en el que mi mujer cumpliría igualmente la mayoría de edad. Poco menos de un mes antes ya podíamos penetrar su vagina con dos dedos, y decidimos esperar al día de su cumpleaños para penetrarla con mi polla. Lo que si hicimos finalmente fue evitarle ese día un mayor daño y romper su himen con el dedo, penetrándola más fuertemente. Cedió con facilidad y apenas dejó un hilillo de sangre. Al día siguiente revisamos que se encontraba bien y su vagina se encontraba casi totalmente despejada, pudiendo ...
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