1. Internet y sus relaciones VII


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Escritordebondage, Fuente: xHamster

    ... excitada!El Sr. Sotogrande la exhortó a que siguiera y María José, con manos temblorosas, liberó el broche y deslizó el sostén por sus brazos, entregándoselo al Amo. Sus amplios senos, blancos como la leche y bastante firmes quedaron expuestos, mostrando algunas marcas rojas de la presión del sujetador y dos grandes areolas rosadas coronadas por los dos hinchados pezones. El Sr. Sotogrande dejó la prenda sobre el sillón y sin perder un instante sus manos apresaron las tetas de la mamá, que no pudo contener una exhalación de sorpresa. Solamente su marido, Jaime, había tenido tal privilegio, pensó mientras aquel desconocido comenzaba a sobarle las tetas a conciencia. ¿Por qué estoy dejando que me haga esto? ¿Por qué no me revelo? ¿Tan sumisa soy?, se preguntaba una y otra vez María José, temerosa de responderse y demasiado desconcertada por la humedad que desde hacía varios minutos podía sentir en sus bragas. Jamás le había pasado algo así. Ciertamente, había oído expresiones como "mojarse las bragas"y otras parecidas, pero pensaba que eran exageraciones. Ahora no estaba tan segura...Cruza las manos detrás de la nuca –ordenó el Sr. Sotogrande.La mamá obedeció sin rechistar y el Amo siguió magreando sus tetas sin piedad, agachandose incluso a lamer y succionar sus endurecidos pezones hasta hacerla gemir de placer. María José sabía que debía parar aquello, que no estaba bien, que era perverso... pero en vez de eso, sus gemidos y jadeos eran cada vez más intensos, más ...
    ... descontrolados...Finalmente, el Sr. Sotogrande le agarró por los pezones y le arrastró hasta el sofa, en un trote humillante, haciendola arquearse sobre uno de los brazos. Sin apenas tiempo de reaccionar, la mamá de Susana se encontró con la cara aplastada contra el mullido asiento y el trasero en pompa. Al Amo le faltó tiempo para recogerle la falda sobre la cintura y mostrar su redondo y carnoso culo, sus muslos macizos y el resto de sus piernas hasta el comienzo de las botas, enfundado todo en lo que en realidad eran medias-panty color burdeos. Entonces, le sobó bien las nalgas y le arreó dos o tres azotes, antes de agarrar el elástico de pantys y bragas, unas blancas de algodón, y bajárselos hasta las rodillas. Su culo quedó totalmente expuesto, con sus blancos cachetes y su velluda raja. Además, entre sus piernas se podía ver una vagina peluda, de labios grandes y abiertos.¡Oh, Dios! –exclamó Maria José.Estaba temblando de excitación y al mismo tiempo roja de vergüenza. Sabía que aquel hombre y lo que era peor aún, la amiga de su hija, tenían a la vista sus zonas más íntimas. Jamás se había sentido tan humillada, al menos no hasta que sintió uno de los dedos del Amo colándose en su vagina hasta llegar al nudillo.¡Joder con la mamá! –exclamó el Sr. Sotogrande, dirigiendose a Ruth- Esta zorra está chorreando.Era verdad. El coño de María José estaba empapado. A pesar de la vergüenza y la humillación, o quizá en parte debido a ella, la pobre mujer estaba tremendamente húmeda.Vaya, Vaya, ...
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