1. Poda 11


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Hetero Autor: renegadomonti, Fuente: SexoSinTabues

    ... había estirado, y que quería ver cómo había quedado. ----Estoy limpiándola un poquito, le respondí. ¿Quieres desayunar? ----Bueno, me dijo Lara, pero deja, yo lo voy a preparar. ---- No te apures, le dije, me doy una ducha y voy a comprar algunas medias lunas. Me levanté y me dirigí al baño. El agua fría reanimó mi cuerpo, mis músculos, en eso entró Lara diciéndome que ella también se quería bañar. Comenzó a jabonarme, a lavar mi cuerpo, y cuando llegó a mi pija, la tomó entre sus manitos con cariño, como si se tratar de algo muy frágil que se pudiera romper o dañar si no la trataba con suavidad. Esta niña era realmente sorprendente. Tenía un alto caudal de erotismo y ternura. Se pegó a mi cuerpo y me besaba por todos lados. Su carita llegaba hasta un poco más arriba de mi ombligo, o sea que mi verga al comenzar a reaccionar por sus caricias, pegaba un poco más arriba de su pancita, casi en su pecho. No le costó mucho bajar su cabecita, abrir su boca, y meterse en ella mi pija que se endurecía rápidamente ante este tratamiento que estaba recibiendo. Consiguió que se irguiera en su totalidad y me daba largas y fuertes chupadas. La retiraba de su boca y con su lengüita de nena la lamía a todo lo largo, por arriba y por abajo. Luego nuevamente se la metía en la boca y continuaba con su deliciosa succión. Se notaba que lo hacía con amor, con ganas, que deseaba hacerlo. Pronto mi pija estaba endurecida al máximo. La separé y le quité la pija de su boca. La levanté tomándola por ...
    ... debajo de sus bracitos, y puse su conchita en mi boca. Mi lengua hizo estragos en ella, ya que sentí que Lara llegó al orgasmo de inmediato doblándose sobre mi cabeza y tomando entre sus dedos mis cortos cabellos. Su orgasmo fue intenso. La fui bajando lentamente resbalando por mi cuerpo hasta que llegó a tomar contacto su vagina con mi pija. Con una de mis manos le separé una piernita y coloqué la punta de mi verga en la entrada de su conchita. Esta estaba húmeda, bañada por sus jugos internos que servían al igual que mi líquido pre eyaculatorio de lubricante. Lentamente le fui hundiendo mi daga en su argollita, que a pesar del uso intensivo que le habíamos dado desde que se quedó en mi casa, era estrecha como correspondía a una nena de su edad, y apretaba mi verga delicadamente. Ella se quejaba y me decía que se la metiera a toda, que desde anoche quería que la culiara. Me decía que no le importaba que le doliera porque ella la quería tener a toda adentro, enterrada hasta la mismísima raíz. Coincidentemente, era el mismo deseo que tenía yo. Clavarla hasta el infinito. No dejarle ni un milímetro de mi ariete fuera, y si hubiera sido posible, meterle los huevos también. Claro que esto es imposible, pero bueno, es un deseo que nace y se piensa a impulsos de la calentura que uno experimenta en esos momentos. Percibí que Lara estaba sufriendo dolores por la introducción de mi mástil ya endurecido al máximo, pero que no decía nada por el deseo de tenerme todo dentro de ella, a ...
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