1. Necesito consejo


    Fecha: 11/08/2019, Categorías: Infidelidad Hetero Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... dolor. Solamente pude mirar lateralmente con un solo ojo, pues el otro no lo podía abrir. En la habitación estaban mi mujer, nuestros vecinos Sofía y Julián y el oficial médico del barco. Al principio me encontré desorientado, sin saber que pasaba, ni reconocía el lugar, por lo que pregunté: -¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estoy así? El primero en hablar fue Julián: -Perdona Jorge, pero fue un gesto impulsivo. Cuando te vi abriendo la puerta de mi camarote desnudo, pensé que mi mujer y tu estabais follando y poniéndome los cuernos, y mi primer impulso fue partirte la cara, pero con la mala suerte que caíste hacia atrás y te golpeaste en la cabeza con alguna parte de la cama. -¿Y por qué me duele el costado también? Mi mujer se puso a llorar desconsolada. Entonces continuó el oficial médico. -Al parecer, con el alboroto que se armó, se despertó su esposa y se acercó. Cuando le vio en el suelo desnudo, pensó lo mismo que su vecino y le dio algunas fuertes patadas en su costado, dando gritos de hijo de puta Infiel y cabrón, que fue el momento en que llegué yo, que me encontraba haciendo una ronda por el barco. Y continuó. Al parecer, se equivocó de habitación y se metió en la de su vecino. Su esposa estaba durmiendo y no se enteró de nada, hasta que llamaron a la puerta, abrió usted y sucedió todo. Mi mujer se lanzó hacia mí, llorando y me abrazó pidiendo que la perdonase. Mis gritos debieron sonar en todo el barco. El dolor en mi cabeza y costado fue terrible. La ...
    ... retiraron mientras seguía pidiendo perdón. No se ya si por las patadas o por el daño actual. Me informaron de que estaba en la enfermería del barco y que me mantendrían 24 horas en observación y reposo. La tarde paso entre breves intercambios de frases y largas cabezadas de sueño. A todo esto, se hizo la hora de cenar y les pedí que se fueran ellos, que yo me quedaba solo, pero mi esposa no quiso y acordaron que Julián se iba a su camarote a descansar un momento, pues no había dormido nada, mi esposa a buscar algo de comida para ella y algo ligero para mí y Sofía insistió para quedarse mientras tanto por si necesitaba algo. No hicieron nada más que salir, cuando ya estaba metiendo mano bajo la ropa de cama y agarrando mi polla, que increíblemente se encontraba en estado de semierección, y empezó a masturbarme, consiguiendo en segundos una nueva y completa erección. -Perdona, -le dije- me equivoqué de habitación y como habíamos decidido mejorar nuestra relación sexual, pensaba que mi mujer, en contra de su costumbre habitual de dormir con pijama, se había puesto ese camisón para excitarme. Empecé a acariciarte y como respondiste rápidamente, ya no se me ocurrió pensar que eras otra, además, al hablar bajito, tampoco pensé que la voz pudiera ser extraña. -Tú también deberías perdonarme a mí. Mi marido tiene problemas de erección. Tiene que tomarse dos viagras para que se le ponga casi dura y podamos follar. Anoche me calentaron las conversaciones que tuvisteis vosotros y los gemidos ...
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