1. Historia del Chip (033) Seducción - Enko 002


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Control Mental, Dominación Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... podido retraerse, hacerla pensar en algún antiguo novio, una relación que claramente no había funcionado. Y lo mejor era que creyese que controlaba el ritmo. —Follas como una diosa, Trudy. — ¡Mentiroso! Pero no ha estado mal para una primera vez. — ¿Puedo quedarme a dormir? — ¿Por qué no? No es que durmieran demasiado. Enko se dedicó a acariciar puntos más sensibles, -según su intuición-, y ofreció su mejor arsenal que sus dedos pudieran otorgar. Trudy pareció acoger la oferta con agrado. Terminó dándose la vuelta y preguntando. —¿No íbamos a dormir? —No puedo. La piel fina y aterciopelada es superior a mis fuerzas. No era suficiente. — Algo me dice que tienes mucha práctica. — Hago lo que puedo. — Durmamos. — Está bien. Enko retiró los dedos comprendiendo que debía de ir más lento la próxima vez. Las mujeres no quieren que vayas rápido, te lo dicen en caso contrario. Seguía insegura. Cuando Trudy se quedó dormida, Enko se levantó sigilosamente, le dejó una nota con su teléfono y se fue. Lo único que no sabía es cuánto tardaría en llamar. *—*—* Fue quince días más tarde. —¿Enko? —Sí… ¿quién es? —Trudy. ¿Te pillo ocupado? —Más o menos. ¿Cómo estás? —¿Te gustaría quedar un día de estos? —¿Por qué no? ¿En la disco? —¿No sería mejor algo más tranquilo? —Haré una reserva. Luego te digo dónde. *—*—* Apareció bien arreglada, en un vestido corto destinado a realzar sus piernas. Zapatos planos y un peinado corto. Sin maquillaje. Por su parte, Enko se había engalanado de manera más ...
    ... informal. Al acabar la cena, -al no recibir propuesta de Trudy para ir a su casa-, la dejó en un taxi. Trudy se quedó tan sorprendida que no reaccionó a tiempo. El taxi ya había arrancado cuando quiso decir algo. Lo llamó dos días después. —Hola, Trudy. —¿Qué paso el otro día? —No sé a qué te refieres. —No quisiste venir a mi casa. —No me lo ofreciste, Trudy. O quizás entendí mal. Creí que solo querías charlar, que necesitabas algo de compañía. —Podías haber… —Déjalo, Trudy. Se me dan fatal estas cosas. Y no creo que seas una puritana. Si quieres follar, sólo tienes que decirlo. Oyó como colgaba, molesta. *—*—* Pasaron dos meses. —¡Trudy, cuánto tiempo sin saber de ti! —Hola, Enko. ¿Qué es de tu vida? —¡Estupendamente! ¿Y tú? —¿Te gustaría quedar? —¿A cenar otra vez? —Podríamos… —Que te parece que vaya a tu casa primero. Luego, si nos apetece, nos vamos por ahí. —Es un buen plan. —¿Seguro? — preguntó Enko tratando de asegurarse. —Seguro. *—*—* A los seis meses, Enko ya tenía a Trudy en el bote. La primera mujer que atraía a su redil sin necesidad de artificios químicos. No sería la última. Tomó la decisión de continuar el experimento más allá de lo necesario. —Trudy… hay algo qué deseo con todas mis fuerzas. Ella levantó la cabeza para mirarlo. Un fuerte maquillaje en los labios como único atuendo. —¿Qué es? —Debemos dar el siguiente paso en nuestra relación o dejarlo. —¿Dejarlo? ¿Por qué? Sé que te gusta estar conmigo. —¡Me encanta! Por eso mismo, quiero una prueba de tu ...
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