1. Historia del chip (028) Un nuevo destino - Irma 008


    Fecha: 16/08/2019, Categorías: Lesbianas Dominación Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    Llegaron a Córcega al alba. Todo el viaje fue un infierno para Irma. Odiaba su atuendo, sobre todo la ropa interior. Quería quitarse cada prenda, quedarse desnuda. Los malditos pendientes no dejaban de atormentarla y era peor retirarlos por unos pocos minutos, cuando iba a hacer pis o lavarse las manos. Necesitaba contacto humano, manos sobre su piel. Lena no se había acercado más de lo necesario y no la había tocado ni una sola vez. Realizaron el viaje de un tirón. Irma no se imaginaba que un avión tan pequeño pudiera hacer distancias tan largas. Imperceptible se empezó a sentir atraída por Lena. El poder y el dinero tenían ese efecto. Ahora no era alguien lejano, sino un ser que dedicaba a ella. A pesar de que debía de tener multitud de cosas en su cabeza. En el coche se lo preguntó: “¿Por qué haces esto?” Lena hizo un gesto de contrariedad, bajando los hombros y levantando las manos. —Creí que resultaba obvio. Quiero seducirte— dijo con galantería. Irma negó con la cabeza a la vez que empezó a hablar. Se estaba acostumbrando a mover la cabeza antes de hablar, siguiendo las órdenes. —No te creo. ¿Y escoges el peor día? Sin contar con que debo hacer lo que me ordenes. Irma esperó pacientemente una respuesta de Lena, que a veces contestaba con paciencia y otras parecía la mujer más nerviosa del mundo. —Conozco a Miss Iron. Me ha ayudado muchas veces en la fundación que tengo. Y, según ella, eres la chica ideal. Yo tengo unos gustos extraños. Bueno, me gustan tanto los ...
    ... hombres como las mujeres. Y probar cosas nuevas. Pero, te voy a ser sincera, no me gustan las relaciones dominantes salvo que la persona se entregue sin condiciones y de forma consciente. Miss Iron me dijo que te ayudase, que te tratase como a una amante sumisa y complaciente, pero sin sexo. No lo entendí muy bien, pero cumpliré mi parte. —¿Y eso incluye traslados de continente por avión? — preguntó Irma con su brillante sonrisa y sorna nada camuflada. —Sí, si fueras mi amante todo eso iría incluido. No es importante, pero a mucha gente le impresiona— le indició Lena con aplomo. —Pues funciona conmigo— aseguró Irma. Lena volvió a hacer el gesto anterior. —No sirve nada llegar a alguien a través del dinero. Es tirar el amor. —¿Qué hacemos aquí? Dudo que hayas escogido este lugar al azar— preguntó Irma suavemente. Ardía en deseos por saberlo. —Aquí tengo libertad. Puedo hacer lo que quiera. Es el paraíso de los amantes. Y la comunidad BDSM es la más experimentada. Entre otras cosas— le respondió Lena. —Pero ahora iremos a dormir. Ya estamos llegando. —Qué ganas tengo de quitarme este horrible atuendo. Me pica todo. Suelo llevar cosas ligeras. Podías haber escogido algo más cómodo— le confesó ahora que sabía que estaban a punto de terminar el viaje. —Ya, y permitirte calentarme con tu cuerpo. Ahora estás de luto o algo parecido. Mañana te buscaré algo más constreñido e incómodo. Vas a estar así mucho tiempo— corroboró. Siempre usaba un tono seco al dar órdenes. Irma ya iba ...
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