1. Tarde de puro sexo


    Fecha: 17/08/2019, Categorías: Infidelidad Sexo en Grupo Autor: mary quant, Fuente: CuentoRelatos

    ... me quedé, con mi sexo muy cerca de su boca. —¡Que rica sabes! –me dijo. No contesté, solo le acerqué un poco más mi sexo. “¡Cuánto tiempo sin que me comieran la concha!”. Yo quería seguir gozando de esa manera. Sin dejar de tener contacto con nuestros ojos, sentí su lengua recorrer mis labios vaginales, varias veces, hasta que la introdujo en mi vagina. ¡Uuuyyy! Mi excitación nuevamente llegó al máximo. Con sus labios tomó uno de mis labios vaginales, lo estiró y metió dentro de su boca, lo chupó muy fuerte como si se lo quisiera tragar. ¡Uuuyyy! Yo sentí riquísimo. Nunca me habían hecho algo parecido. Moví mi cadera tratando de meter toda mi vulva en su boca. Hizo lo mismo con mi otro labio vaginal. —¡Sigue, Sigue mi rey! –le dije– ¡No pares! Su respuesta fue tomar mi clítoris entre sus labios y succionarlo. Toda el área alrededor de mi clítoris estaba dentro de su boca. Al mismo tiempo que succionaba su lengua hacia círculos acariciando mi clítoris. ¡Ooohhh! Mi orgasmo llegó igual de fuerte que el primero. Yo solté la cabecera de la cama y puse mis manos atrás de la cabeza de Víctor jalándola contra mi sexo. ¡Que rico sentía! No quería que él dejara de comer mi concha como lo estaba haciendo. Mi orgasmo no parecía terminar, ola tras ola de placer llegaba en mi interior. Nunca me había puesto en ese estado. ¡Y era apenas el comienzo de mi cita con él y Tony! Tuve unas ganas irresistibles de tener su miembro en mi boca mientras él me comía mi conchita. Sin hablar ni explicar ...
    ... nada, separé mi vulva de su boca y me volteé para hacer un 69. Puse mis manos a los lados de sus muslos, mi boca buscó su pene y metí lo más que pude dentro de ella. Casi cupo todo su pene. Lo comencé a mamar moviendo mi boca alternadamente con mi cadera. Víctor separó mis nalgas y usó su lengua por todo mi sexo. Tal como lo imaginé, sentía divino mamarle su palo y él mi concha. No puedo decir que llegó otro orgasmo, pues parecía que nunca había dejado de tenerlo. Me lamió toda, incluyendo mi culito. ¡Uuuyyy! ¡Qué delicioso comía mi concha! ¡Esas si son mamadas! –Pensé– no las que me da el pendejo de mi marido. Yo trataba ahora su verga con ternura, le besé la cabeza y chupé sus testículos con mucha suavidad. Llegué a meterme un huevo dentro de mi boca. —Métetela –me dijo Víctor. Yo obedecí tratando de comerme toda su verga. —En tu concha –me corrigió– te quiero coger Mary. Sí –pensé– cógeme, la necesito dentro. Levanté mi cuerpo y Víctor deslizó el suyo hacia arriba, para dejar su espalda recargada sobre la cabecera de la cama. Yo me senté en cuclillas de espalda a él. Coloqué su pene en mi entradita y deje caer mis caderas sobre su miembro. Entró todito sin ninguna dificultad. Comencé a mover mi cadera hacia arriba y abajo, dándome de sentones sobre su verga. Él cogió mis tetas con sus manos, amasándomelas y diciendo lo mucho que estaba disfrutando esa cogida. Sus dientes me daban pequeñas mordidas en mi espalda. Giré un poco mi torso para ofrecerle una teta en su boca. Con ...
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