1. Mi Mamá Sentada En Mis Piernas


    Fecha: 10/11/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi familia y yo vivimos por el centro de la ciudad, y nos invitaron a unos 15 años a Xochimilco. Nos fuimos por la tarde en un coche chico de mi padre, Nissan, él manejando y un matrimonio a su lado, y atrás, un tío con una tía y una niña pequeña con mi madre y yo, y por lo apretados mi mamá se sentó en mis piernas. Mi mamá tenía 38 años y yo 19, y era en verdad bonita con un buen cuerpo que todos admiraban, y esa tarde llevó un vestido de terciopelo verde hierba como brocado y con forro, y con una gran abertura en la parte trasera que cuando se agachaba se le veía la braga negra, pues aunque llevaba un minifondo negro también tenía una gran abertura de encaje, por lo demás el vestido era largo hasta los tobillos y no llevó pantimedias, para los hombros llevó un rebozo de lino negro para hacer juego con unas zapatillas, ella es morena bronceada y lucía como siempre muy bella. Al subirse al auto se tuvo que acomodar en mis piernas y yo sentí una emoción intensa que hasta se empezó a levantarse mi miembro, y más en el camino y el tránsito entre el reacomodo y eso, llegó el momento que sentí en mi paquete su tibio chochito, pero ese placer mutuo como que no nos importaba mucho y así fuimos gozando el resto del camino, y yo quería que nunca llegáramos a nuestro destino. En la fiesta yo sentí celos porque ella era el centro de atracción, y entre el baile y las vueltas se le alzaba el vestido y por la abertura se le veía el borde de su entrepierna y la panty negra de liso nylon, ...
    ... ella se tomó 2 ó 3 tragos y andaba más alegre de lo que es; y a mí ya me andaba por regresarnos para que se volviera a sentar en mis piernas. Y no fue sino hasta como a las 2 de la madrugada que volvimos hacia nuestro domicilio. Mi madre no estaba borracha pero estaba cansada y tiene el sueño pesado, de manera que a unos cuantos semáforos y ya estaba dormida sentada en mis piernas, yo llevaba el pito tieso y traté de acomodarla un poco de ladito cosa que conseguí en seguida, así me quedó un poco de espacio para meter mi mano por la abertura del vestido; toqué el calzón y palpé sus labios vaginales y empecé acariciar lo más que podía una de sus nalgas, y mis dedos pasaban sobre la profunda división de su culo y era una sensación increíble tener en mi mano aquel atrasero de mi madre tan hermoso; al parecer los tíos y la niña dormían, adelante la comadre cabeceaba y el único que hablaba era el compadre que íba hablando con mi padre. El regreso fue más rápido y antes de aproximarnos a la casa, metí mis dedos por entre el resorte de la pantaleta de mi mami, y dos de mis dedos hurgaban entre sus nalgas la humedad de sus labios y calidez de su ano; hasta que en un momento de completo silencio dentro del carro en un tope moví la mano y se me chispó el apretado resorte del calzón de mi mamita... haciendo el ruido que hace el resorte de una ajustada panty. Saqué la mano y me quedé inmóvil temeroso que hubieran oído el ruido, no sé si oyó mi padre o el compadre; pero yo ya no hice ningún ...
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