1. Aquel hombre fue el mejor socio de todos


    Fecha: 10/11/2017, Categorías: Anal Gays Sexo con Maduras Autor: samy15, Fuente: xHamster

    Mi padre decidió poner un almacén de exportación de productos de nuestro País, y para ello hizo sociedad con un amigo de mucho tiempo. El tenía tan solo un año mayor que mi padre, así que tenia 51. El se había divorciado hacia tres, y vivía en un apartamento cerca de donde vivíamos.Yo era el mas pequeño de mis hermanos (2 hembras y un varón que era el mayor de todos y ya estaba casado) yo tenia 17 de edad, y desde pequeño supe que era gay, ya que en la escuela trataba de mirarle la pinga a mis compañeros en el baño, pero mi verdadera atracción eran los hombres maduros, con los que nunca había tenido una oportunidad.El amigo de mi padre, en varias oportunidades me había dejado entrever, que tenia interés en tener un encuentro conmigo, y aunque a mi me gustaba muchísimo por su edad y físico, yo no le daba lugar, me hacia el que no entendía nada, pues temía le fuera a decir algo a mi padre.Fue en los días en que estaban preparando el almacén del negocio, que mi padre me pidió acompañara a su amigo a la capital para que le ayudara en una transacción, cosa que demoraría de dos a tres días. Yo sentí un choque de sentimientos, pues aquello me daria la oportunidad de estar cerca del hombre deseado y que seguramente ahora él tendría oportunidad de alcanzar lo que solicitaba de mi desde hacia tiempo, pero a la vez sentía temor. Aquello, sin yo quererlo me producía un morbo inmenso, hasta el punto que el mismo día de marchar con el hasta la capital me pajee en el baño.Me monte en el ...
    ... carro con el, eran varias horas de camino, por lo que tendríamos que parar para cenar y dormir en el camino. Yo temblaba por dentro, y aunque el nada me insinuaba con palabras, si hacia cosas, que aun, a pesar de la paja que me había hecho en la mañana, no podía evitar sentirme alterado y con unos deseos inmensos.El (estoy seguro de ello), mientras manejaba, se saco dos botones de su camisa, por lo que como al descuido, me dejaba ver su velludo pecho y unas tetillas grandes y rosadas que resaltaban en el negror de su vellosidad. Por momento, soltaba una de sus manos del timón, y mientras hablaba del futuro del negocio, se introducía un dedo en su portanuela del pantalón y se rascaba por rato y las sacar el dedo, un mechón de pendejos quedaba al descubierto, y yo sin poder quitar la vista. Hasta la pinga, inclinada hacia el lado derecho de su pantalón, se notaba algo crecida, y si, quien la tenia crecida a todo dar era yo, que no podía soportar tanto "por tocar" cerca de mi.No se si dijo algo o no, pues yo estaba atontado, solo se que en un momento determinado sentí que su mano tomo la mía y la puso sobre el. Ya no resistí ni luche contra lo que tanto deseaba, así que descaradamente termine de abrir su pantalón y metí mi mano y me di gusto tocando aquella selva de vellos y aquel mástil que crecía por momento y que con trabajo saque fuera. El puso sus dos manos en el timón y solo me dijo:-Es para ti, gózala.Busque la cabeza de su pinga y la acaricie por lago rato con mis dedos, ...
«123»