1. Sensaciones prohibidas


    Fecha: 10/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... con fuerza, así lo hice, y cuando sintió que mi pene explotaba ella terminó con un grito poco controlado mientras sus manos se aferraban a las sábanas como si de ello dependiera su vida. Desperté un poco desorientado sintiendo que ella volvía del baño y se acomodaba detrás mío, sentí sus manos acariciar mis hombros y cómo se acercaba a mí poco a poco, decidí no reaccionar y esperar a ver qué resultaba de esto, mientras me besaba el cuello y las orejas sentí que sus manos empezaban a explorar entre mis piernas, su objetivo: mi ano, sentí cómo separaba mis nalgas para llegar con sus dedos a acariciarme, sentí cómo con un dedo empezaba un accionar circular que cada vez que pasaba penetraba en mí, me quedé quieto sintiendo y tratando de no pensar y analizar lo que estaba apunto de sucederme. me acomodé como ella lo había hecho al principio cuando los papeles estaban revertidos, estando sobre mi costado derecho subí mi pierna izquierda doblando mi rodilla lo cual expuso aún más la abertura de mis nalgas, creo que esa fue la señal que ella esperaba para atreverse a más. Sentí la sensación de una crema lubricante y luego la presión de su verga dura, con una mano me tomaba de las caderas jalándome hacia ella mientras sus caderas empezaban un ritmo suave y casi circular al mismo tiempo que la presión de su verga aumentaba en la entrada de mi orificio,. me pidió que me relaje y le hice caso automáticamente, decidí abandonarme a la sensación sin restricciones, al fin y al cabo estaba ...
    ... lejos de casa, en un lugar donde nadie me conocía y a esta persona probablemente no la vería nunca más en mi vida. Cerré los ojos e hice lo que muchas mujeres me habían dicho que hacían cuando hacían el amor conmigo, imaginar lo que estaba ocurriendo ahí abajo, entre mis nalgas y lo que estaba a punto de suceder. Poco a poco empecé a sentirme dominado, mi orificio se abría y esa verga dura entraba en mi lenta pero deliciosamente. Ella empezó el movimiento de manera más persistente y para ayudar a mantenerla adentro elevé mi trasero de manera que fuera más fácil para él, sentí su respiración entrecortada supe que ya estaba listo para penetrarme completamente, le pedí que nos pusiéramos de rodillas, una vez en esa posición, él se acomodó detrás mío y me permitió controlar la penetración con los movimientos de mi cadera, yo sabía que él quería empujarla toda pero demostró la misma consideración que yo había demostrado con él, las sensaciones eran mixtas, dolor, placer, vergüenza, ganas de más.... apreté más y más y logré empotrarme todo el miembro, sentí sus manos apoyarse en mis caderas y empezar a bombearme mientras yo me apoyaba en la cama para soportar sus embestidas, entraba y salía, mi orificio totalmente dilatado y la sensación de ser poseído aumentaba el placer físico, me sentía como si fuera de él y comprendí muchas de las cosas que mis parejas habían expresado durante nuestras relaciones heterosexuales. Le pedí que no terminara aún que quería saborear cada instante de ...