1. Night Parade with Esteban


    Fecha: 21/08/2019, Categorías: Gays Autor: xanderbridge896, Fuente: SexoSinTabues

    Las cosas estaban saliendo como siempre lo había soñado. Me quitó mi camisa blanca y la arrojó contra la pared y yo le quité su camisa azul, lo que permitió que ambos pudiéramos ver mejor nuestros cuerpos. Pude contemplar su abdomen marcado y su piel bronceada que me estaba volviendo loco. Unos brazos y unos pectorales bien definidos, lo que me acabó de dejar sin aliento Una de las cosas que más disfruto es salir en las noches a caminar un poco, tomar un poco de aire antes de regresar a mi departamento ubicado en un tercer piso de la Condesa. Para sorpresa de mis vecinos, esto sigue siendo un juego tan infantil como las películas de Disney, y es en parte cierto. La ciudad de México es peligrosa en las noches, al igual que cualquier ciudad grande, donde los vándalos abundan, pero poca importancia tomo a sus palabras. Nunca me imaginé lo que iba a suceder esa noche, cuando salí a hacer mi rutina de siempre, a pesar de cada gamberro que se aparece por ahí. Ese día salí con mis jeans Armani que tanto me gusta usar, unos converse verdes clásicos, una playera Calvin Klein blanca y una chaqueta de forro sintético, justo mi ropa favorita y como era un viernes esperaba un poco de diversión en Catwalk, uno de los antros que me encanta frecuentar y que, como de costumbre, solo se llena los fines de semana, antes de regresar a mi edificio neoclásico, pero solo eso. Caminé hasta el número sesenta y tres de la calle Tamaulipas, donde como es costumbre, me topé con uno de los cadeneros, ...
    ... tú sabes, un tipo alto y castaño de ojos cafés, un tanto marcado pero sin exagerar, por sus visitas al gym constantes, y una cara que derrite. Nunca antes lo había visto, supongamos, era nuevo y no tan abusivo como los otros. Inmediatamente me dejó entrar, aunque no me apartó la mirada hasta que di la vuelta al pasillo. El lugar estaba infestado de gente, como es de imaginarse: los juniors de Polanco estaban en la barra humillando al pobre barman que se esforzaba por dar espectáculo y atenderlos lo más rápido posible. Me acerqué y pedí una hamburguesa y una coca cola, nada especial, así que fui a buscar mesa y por fortuna la encontré, al igual que a unos amigos, compañeros del Anáhuac que andaban por ahí para descansar de la pesada semana que tuvimos. Ellos eran Alexis, un chico de 22 años bastante guapo para estar soltero y Ramiro, deportista y sonriente, muy inteligente y estrella de las fuerzas básicas del Cruz Azul, nada vicioso y muy divertido. Resolví pasar el rato hasta las tres de la madrugada que la fiesta en Catwalk empezaba a terminar. Estuvimos todo ese tiempo hablando boludeces entre nosotros y en la entrada me despedí de ellos, pues había olvidado mi chaqueta en la mesa y regresé por ella. Al salir, ellos ya no estaban y me dispuse a irme del lugar, bastante bueno para ser verdad, cuando alguien me tiró del brazo y entonces volteé. Era el cadenero que no me dejó de mirar hasta que entré, pero estuvo todo ese tiempo ahí. —Hola, ¿Qué se te ofrece? —Es que… te me ...
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