1. Noche de antro, ano donado


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Intercambios Confesiones Autor: Slim Pantyhose, Fuente: CuentoRelatos

    Se acercaba la boda de uno de mis compañeros de trabajo y la verdad es que no tenía muchas ganas de ir; le comenté a mi esposa –yo creo que deberíamos ir solo al evento religioso y nos disculpamos, no quiero convivir con ellos, pero ella insistió, -no debes ser malagradecido, una vez que termine la misa, por lo menos entregamos el regalo y si gustas nos retiramos. Le propuse –oye, que te parece si saliendo del evento vamos a un bar swinger que está en la zona rosa, te vas preparada, te llevas tu vestido azul y pantimedias claras, pero sin ropa interior, ella comenzó a reír pero asintió con la cabeza. Presentía que algo interesante estaba a punto de suceder. Llegó el día, regresé del trabajo cerca de las 3 de la tarde y comimos algo ligero. Me metí a bañar y en seguida me arregle. Cuando yo me estaba arreglando, mi mujer se metió a bañar y después le tocó a ella arreglarse; efectivamente, su vestido azul ya estaba preparado, vestido que le queda poco arriba de la rodilla, pantimedias de color natural, un sostén azul al color del vestido y si, no se puso ropita interior; unas sandalias altas y listos, al evento. Durante todo el tiempo que estuvimos en el evento yo estaba más que nervioso, ya quería que llegara la hora de irnos al bar para darle rienda suelta a mi calentura. Del evento salimos cerca de las 12 de la noche y en seguida nos fuimos al bar. Era la primera vez que íbamos a un sitio así. Entramos con mucho nervio, de hecho mi esposa se resistía un poco más que yo, ...
    ... pero bueno, ya estábamos ahí, no se trataba de retroceder, sino de seguir adelante con nuestras fantasías. Una vez en el bar ella tomó un Martini, yo un seco y nos dedicamos a ver y a tratar de analizar todo lo que ahí acontecía. Parejas bailando, en algunas mesas se veían más caballeros que mujeres, en fin, algo muy excitante. Muchas chicas iban muy escotadas y muy cortas, finalmente enseñando la mercancía. Mientras algunas parejas bailaban en la pista, las chicas se dejaban acariciar las piernas, las nalgas y todo mundo era feliz, todos sonreían y alguno que otro caliente manoseando a sus parejas momentáneas. Después de algunos minutos se nos acerca un caballero como de unos 40 años, muy amablemente me comentó –es la primera vez que vienen al bar, verdad? No se preocupen, no hay problema en este lugar, la gente respeta y ustedes no están obligados a nada. Mientras tanto mi esposa me apretaba la mano como síntoma de nerviosismo. --Los puedo acompañar? –Claro le respondí. En seguida tomó asiento y comenzamos a charlar de la forma en cómo opera un bar de éste tipo. Nos platicó muchos tips, nos mencionó las actividades que se podían hacer dentro del bar y también nos comentó de las diversas actividades y espectáculos que se llevan a cabo durante la semana completa en el bar. Para estas alturas de la plática, mi esposa ya llevaba varios tragos encima al igual que yo; más tranquila ella y un poco más desinhibida comenzó a querer mostrar un poco más de sus piernas a la hora de ...
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