Mi nena me pertenece - Relatos Eróticos

Mi nena me pertenece

Eran las 7 de la mañana. Hacia calor, así que dormía desnudo con las ventanas abiertas y la puerta abierta. Puedo sentir los ligeros pasos de mi nena que se acerca lentamente a la cama como si yo no la escuchara. Mónica tiene 13 años recién cumplidos, es una pequeña hermosa con un cuerpo que cualquier veinteañera envidiaría, morena y delgada pero con un traserito como burbuja bien parado y su par de tetitas florecientes que le acompañan con una cintura hecha a mano. 

Sentí como se metió lentamente en la cama para no hacer ningún ruido y se acercó a mi a observarme. Yo me hacía el dormido pero sabía que estaba ahí mientras me observaba y respiraba muy cerca de mi. Empecé a sentir como su respiración bajaba por mi pecho hasta llegar a mi verga, que estaba erecta mucho antes que Mónica entrara a la habitación. 

Sentí su respiración cerca de mi verga mucho rato mientras yo seguía haciéndome el dormido. De pronto sentí su lengua pasar desde la base hasta la punta. Estuvo mucho rato así hasta que de pronto sentí como se la metió a su pequeña boquita lentamente sin detenerse. No fue fácil seguir haciéndose el dormido, hice un movimiento y ella se detuvo pero sin sacar mi verga de su boca. Pronto volvió a tratar de meterse lo más al fondo posible mi verga en su boca hasta que sentí como toqué su garganta y se detuvo, se mantuvo un rato y se la sacó botando mucha baba sobre mi verga y tomando aire a fondo. Desperté.

- Hasta que lo lograste
- Te dije que lo lograría
- ...

... Sabes que esto esta mal
- Lo sé

Volvió a meterse mi verga en su boca, esta vez de un tragón hasta el fondo y empezó a chupar como una profesional, moviendo su cabeza sin parar sin usar las manos y mirándome a los ojos fijamente. Se la sacaba de la boca, la escupía y se la volvía a meter. Yo la miraba a los ojos, no podía creer lo que veía mientras no hacía nada por detenerla.

- Parece que has practicado
- Algo intento
- No te detengas

La dejé que me chupara la verga y disfruté cada centímetro de su boca. Hace tiempo no me mamaban la verga de esa forma, ni su madre que nos abandonó, chupaba así.

Sacaba mi verga de su boca para escupirla y de vez en cuando hablarme.

- Soñé haciendo esto a tu verga. Desde que la vi en la playa que sueño con metérmela en la boca.

Me la chupaba tan increíblemente que obviamente yo acabé en su garganta. Se tragó todo sin dejar de mirarme a los ojos.

- Cómeme el coñito
- Por favor, nena
- ¡Cómeme el coño ahora!

Me paré de la cama, la agarré y la puse en cuatro. Me arrodillé y comencé a lamer su hermoso y depilado coño. Mi nena ya no es virgen, ya me había contado que su novio le quitó la virginidad y su mamá le había dado permiso. No me quedó otra que aceptarlo, pero ya podía ver que no era tan terrible. Me dediqué a lamer y chupar su pequeña y rosada chonflita que no paraba de darme sus jugos maravillosos. Hasta que pasé mi lengua lentamente desde su coñito hasta su culo. Me quedé ahí lamiendo suavemente su culito un buen ...