1. Papá y mis hermanas el mejor porno en vivo y en directo


    Fecha: 28/02/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Hansolcer , Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Sino fuera por aquella cobija que los cubría yo podría estar viendo la mejor escena de sexo incestuoso que alguien pudiera imaginar, una hija comiéndose una verga en toda su plenitud. A horcadas, sudorosa, moviéndose de atrás hacia adelante como si con aquel movimiento pudiera encontrar el mejor de los gustos para su joven vagina. Gimiendo, los ojos cerrados y aquella mueca en su boca que delataba cuanto estaba disfrutando tener a su padre adentro, bien adentro porque yo sabía que la polla de papá le media más de veinte centímetros. El parecía estar en éxtasis, desconectado de la realidad talvez por el hecho de tener a su propia hija hasta el tronco.
    El movimiento de aquellos incestuosos casi en total sincronía, se movían despacio como si con ello quisieran alargar el placer que sentían. Los duros y pequeños pechos de Lily cedían a la presión de las manos de aquel padre feliz, algo que a ella debía provocarle sensaciones únicas. Su cuerpo se contorsionaba, se retorcía entre intensos ruidos que parecían escapársele del alma. ¿Te gusta bebe? – pregunto papá con aquella voz llena de cansancio y lujuria. Ella no le respondió, se había echado sobre él como sin con ello quisiera estar más cerca del macho que la estaba haciendo feliz, su rostro sobre el pecho, su cara descompuesta había quedado en dirección hacia donde yo estaba tras de la puerta, invisible a sus ojos y con la verga full de parada, los huevos me dolían, calientes y con aquella sensación de corriente eléctrica ...
    ... corriéndome por todos lados. 
    Las manos de nuestro padre habían dejado las tetas inquietas y paradas de aquella chiquita que apenas había cruzado la barrera de los 13, ahora se había ido a posar sobre el culo de su hija. La ayudaba a moverse con aquella polla adentro, de adelante hacia atrás, el pene debía estar tocándole hasta la última tripa. Aaahhh que rica estás bebe, que coñito más apretado tienes  ¿Te gusta que papi sea tu hombre verdad?. Aquellas palabras quedaban en el aire, eran frases que no tenían respuesta por parte de aquella hija que por el semblante de su rostro, estaba al límite del placer sexual. Eres una guarrilla comelona ¿Quieres polla? – decía él como si hablara para si mismo. Toma, trágatela toda. Cómetela hasta el tronco. Que calientita tienes la cueva, eres tan caliente como tu mamá bebe, heredaste su gusto por la verga. Que rico, que rico….
    Con aquel monólogo aquel cuerpo flacucho había incrementado la velocidad de sus embestidas, ella seguía moviéndose pero ahora el la taladraba desde abajo, con fuerza hasta hacer que sus cuerpos chocarán dejando escuchar aquel palmoteo que se diluía en aquella habitación semi oscura. La televisión encendida apenas los iluminaba. Muda, testigo cómplice en aquel polvo de media mañana al igual que yo, aunque la tv no podía excitarse, mi cuerpo si. Transpiraba sudor por todos lados, mi mano no dejaba de rozar mi pene bajo mis pantalones, tentado estaba a sacarme la reata y entrar a aquel cuarto ¿Qué pasaría? ¿Compartiría ...
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