1. Cuidando al güero


    Fecha: 28/02/2019, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: Javier Mogz, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Mi nuevo vecino llegó con un perrázo pastor alemán albino, désde el primer momento el perro buscába jugar pelota conmigo, Oscár se extrañó por lo bien que le caí al güero, me comentó que éra un perro muy uraño, y un tánto agresivo, qué no permitía que álguien se acercára a su puerta, los días pasaron y Oscár me frecuentaba y el güero lo acompañába siémpre, cuándo él veía qué platicába con Oscár, se hechába en la entráda de mi comedor sín tratár de entrár, Oscár se maravillába de la actitúd del güero, yo la verdád no podía decír lo mísmo, púes los perros son mi adoración, y estoy seguro de qué ellos huelen actitudes de uno... 
    Había ocasiones en que el güero llegába solo a la puerta y rascába  para qué le abriéra, se pasába y convivía júnto con mi perro dálmata, tán sólo avisába a Oscár de qué el güero estába de éste lado, y los dejába retozár en el jardín de casa, al dárles su comida, no peleában, cáda uno respetába el espació del ótro. 
    Una tárde de ésas, me senté después de arreglár el prado, manchas y el güero se habían hechádo después de corrér por mucho rato, me quedé observándo al güero, se lamía su pito qué salía un grán tramo, la visión me causába ciérto calór en mi cabéza, pero decidí tomárlo cómo "natural" digámos, para no complicarse la vida, al cábo de los días, transcurrió todo normal, el incidénte se había olvidádo, y un día por la mañana, el güero rascába la puerta, fuí a pasarlo, y fué dirécto a su pláto, entré por la comida y le vertí poco, volví mis pasos ...
    ... para acomodár la bolsa, y escuché que el güero estába detrás de mí, yo estába prácticamente en 4, púes estába acomodándo las cosas de mi pequeño almacén..
    Él se acercó, y metió su nariz éntre mis nalgas, prónto se subió, y me sujetó con firméza dándo constántes "piquetes" en mi trasero, quíse levantárme, pero opté por dejárlo hacer lo qué deseába.. Así me quedé, sin que fuése más allá, porque no bajé mi pantalón...pasé la mano hacía atrás y acaricié el pito del perro, púde sentír cómo se desbordó su "manzanar" al terminár de lanzár todos sus líquidos seminales, al levantárme, tánto el piso, cómo mi pantalón, estában llenos de los espérmas del güero, fuí a bañarme y a mudar la ropa, después, al estár en mi cocina, observába al güero corrér, y no púde evitár pensár en volver a retomar la zoofilia, nadie se daría cuénta, y traté de vér cómo la iniciaría, cuándo llegába el güero, procurába jalarlo déntro de casa, lo curioso éra qué no se pasába, pero en la casa de Oscár no se quería salír.... 
    Cómo qué mi casa, o no le gustába o la "respetába" de más.... Una tárde, pasé a bañarme, salí desnúdo y el güero estába en la entráda de la sala, me púse en 4 y le llamé, quería entrár, cási llorába de la desesperación, pero no se pasába, dí unas palmádas en mis nalgas, y las abrí con ambas manos, silbando para atraer su atención, metió una pata, luego ótra, pero de ahí no avanzó, llorába con tánta desesperación, qué terminé mejor por salír al patio, quedamos de frénte y se púso a lamer ...
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