1. VERANO ARRECHO


    Fecha: 04/03/2019, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: CHILOE, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Mi hermano mayor, tenia un camión, medio viejito, reformado y el gusto de él, era ir al campo y trocar alimentos por animales. En aquel verano yo esta de vacaciones, estudiaba en otra ciudad y solo iba en casa al fin de año o en júlio. Fué en el mes de diciembre. Yo tendria unos quinze años o un poco mas. Andava siempre arrecho, parado, duro, y haciendome la paja. De cierta manera era un sufrimiento no poder tener sexo con chicas de mi edad, era difícil. Mi padre habia dividido el lote de la casa en dos. En el otro lote, al lado de la casa, mi hermano guardava los animales que traía del campo, para venderlos en el fin de año y tambien para matar para la família, para comer en lla noche de navidad o año nuevo.  
    Hacia mucho calor, era verano y me costaba dormir, principalmente por la arrechura, me cansava hacerme la paja y queria cojer. Asi, presté atención en las ovejas y chivas que mi hermano traía del campo, eram muchas, asi que odia escojer cual me iba a culiar. A la noche esperaba que toda la família se fuera a dormir y me levantava despacito yendo atrás de las ovejas y chivas. Habia un poco de claridad de las luces de la calle y escojia la que me parecia mejor, Le tocava la ...
    ... racha, metia el dedo. La vagina era un poco seca, asi que mojava mis dedos con saliba y la verga tambien. Levantava la cola de la oveja y metia la verga de un empujon solo. La oveja abria la boca pero no hacia bulla y se quedaba con la boca habierta y yo metia y sacava con fuerza. Era mucha energia sexual . Antes de ejacular, demorava un poco porque me masturbava siempre y cuando sentia que iba soltar  la leche, daba una parada e agarraba otra oveja o una chiva jovencita, que tenian la vagina mas apretada, pero yo las sentia secas. Asi, mojava mi verga con saliba y metia, la chiva daba un gritito pero yo la retava y se callaba. Me cojia unas tres vaginas y no aguentando mas la arrechura, ejaculaba con toda fuerza, cerraba los ojos y ponia la cabeza para atrás. El placer era terríblemente fuerte, que llegava a soltar gemido. Asi, volvia en puntas de pies, a mi casa. Lo que no me gustava, era el olor  fuerte a animal que quedava en mi ropa y en la verga.  Antes de todos se levantaren de la cama, yo iba al baño y me lavava la verga y cambiava de calzoncillos. Fue un tiempo muy bueno y de mucho plazer, no queria saber de quien era el aujero, yo queria meter. No dejaba de ser un sufrimiento.  
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