1. Lis. Mi prima.


    Fecha: 08/04/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Rick, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Lis es una prima política que llegó a mi vida hace poco, y aunque fue difícil entablar una amistad, el tiempo lo solucionó. Siempre me pareció una chica hermosa, si lograras ver bajando su cuello te darías cuenta de que posee unos senos hermosos y si le vieras la espalda y bajaras la mirada te darías cuenta de que inicia una curvatura perfecta de sus nalgas, con tan sólo 18 años. 
    Voy de vez en cuando al gimnasio de manera que he tenido algo de frutos y ella lo sabe. Cuando suele ir a mi casa aprovecha entre abrazos por la espalda tocar mi pecho con toda la palma de su mano, no sé si ella lo note, pero eso me agradaba mucho, lo mismo cuando andaba por la casa con alguna camisa apretada aprovechaba para tocarme el abdomen con sus dedos y eso ne encendía. La situación era complicada por el hecho de ser primos por lo que a todas esas situaciones no les daba importancia.
    Parece que la relación con su novio no andaba bien y necesitaba un consejo. Acudió a mi ayuda, de manera que decidió que lo mejor era terminar importancia con él. Después de tal charla me dio un abrazo fuerte. Soy un chico tímido de tal manera que mi reacción no fue de abrazarla de inmediato, sólo esperaba a que ella dejara de abrazarme. Pero cómo seguía abranzándome reaccioné y no quise desaprovechar la oportunidad ya que no es común que se diera la oportunidad de un abrazo, entonces la abracé colocando una palma en su espalda y la otra en la cintura, con eso ya sólo esperaba que ella dejara de abrazarme, ...
    ... pero no se apartaba, yo ya estaba algo incómodo pues mi pantalón era de una tela ligera, al pensar eso y recordar la colocación de mis palmas me excitó. De alguna manera quería que ella lo notara y me dejé llevar, intenté sutilmente acercar mi pelvis a la suya de manera que notara con claridad mi excitación pero no tanto como para que crea que fue un accidente. Logrando mi objetivo terminó el abrazo y me sonrío. Luego note que su mirada bajó a mi parte baja, y sin haber borrado la sonrisa que ya tenía dio la vuelta y se fue. Estaba claro que sabía que su abrazo me había excitado. Desde ese entonces no he podido dejar de pensar en ella, no de una manera que involucre el amor, sólo es una pasión de lograr algún día sentir de nuevo su cuerpo en una situación más intensa, y ella lo sabe, pues sólo necesitamos que el otro apague ese calor que se generó de ese instante y que volverá a manifestarse aún si se lograra apagarlo.
    Después de varios días se dio una oportunidad única de estar solos en casa. Y yo sólo planeaba en cómo generar una situación candente de la que ninguno de los dos pudiésemos escapar. Decidí pensar en lo que podría gustarle. Le dije que si quería hacer ejercio. Y ella accedió. Ambos nos pusimos una ropa más cómoda, y al haber hecho eso mis ojos ya podían degustar de sus atributos. Empezamos haciendo flexiones y abdominales. Ya sin nada que perder y con la excusa de querer superar mis límite le pregunté si quería colaborarme con eso y ella preguntó cómo, de manera ...
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