Primera vez - Relatos Eróticos

Primera vez

Él era el novio de mi amiga y compañera de trabajo, Susana; coincidámos con frecuencia en los cambios de turno. Un día de verano le tocaba a Susana hacer el turno de tarde, yo había hecho el de la mañana. Andrés, su novio, la había acompañado como casi siempre. Al salir, él me pidió que lo acercase a su casa, a lo que accedí de forma natural. Nos subimos al coche y emrpendimos el camino; él vivía cerca de la casa de mis padres. Yo aún vivía en la casa familiar, tenía 22 años y estaba empezando a trabajar de forma temporal.
En un semáforo, Andrés posó su mano sobre mi muslo. Me produjo una enorme turbación, me puse muy nervioso, le dije, titubeando, que retirase la mano. Él no dijo nada. En el siguiente semáforo volvió a hacer lo mismo; en ese momento yo ya sabía que me estaba poniend muy ervioso, nunca antes me había pasado, pero no sabía si me gustaba o si quería saber adónde iba a llegar. Le aparté la mano sin decir palabra.
Poco después volvió a colocar su mano sobre mi pierna; iba conduciendo y no le retiré la mano, aunque creo que no lo hice porque quería saber qué más podría pasar. Él se dió cuenta de mi duda y comenzó a acariciar mi pierna con su mano, hacia abajo, hacia arriba, hasta acrercarse a is genitales; comenzó suavemente hasta que logró colocar su mano con fuerza sobre mi pene. en ese momento yo ya sabía que quería que aquello siguiese.
Llegamos al portal de su casa, me pidió que aparcase y así lo hice. No dijimos palabra mientras él seguía con su mano ...

... sobre mi pierna y yo estaba cada vez más nervioso.
Me invitó a subir a su casa, a lo que accedí sin dudar. Llegamos y nos sentamos en el salón, comenzamos a hablar de cosas intrascendentes. Nos sirvió unas cervezas y puso un poco de música. Volvió a acariciar mi pierna, se acercó a mis genitales y, sin saber cómo sucedió, apoyé mi cara sobre su hombro. Él comenzó a acariciarme con la otra mano, mi pelo, mi cara, mis labios. En un momento giró mi cara y me dió un suave beso en los labios. 
Me pidió que me desnudase. Lo hice en silencio. Mi pequeño pene estaba tieso. Comenzó a acariciarlo, luego lo besó. Comencé a acariciar también sus genitales hasta que se bajó e pantalón y sacó su pene, más grande que el mío. Seguí acariciando el pene de Andrés, no sé cómo lo estaba haciendo, pero en un momento dado, me puso de rodillas y colocó su penes frente a mi boca. comencé abesarlo suavemente por todas partes, hasta que lo tomé de la mano y lo metí en mi boca; sentí que le gustaba. Seguí así durante un rato.
No sé cómo pude hacerlo, pero en un momento dado, le pedí que me follase con su pene. No soy capaz a entender cómo pude hacerlo. Me dijo que eso era doloroso, pero no me importó. Entonces me dobló la espalda, abrió mis piernas, me apoyé sobre la emsa y empezó a follarme con sus dedos poco a poco. Me gustaba cada vez más. Fue entonces cuando me penetró con su pene, al principio suavemente, luego con mayor energía; sentí dolor al inicio, per luego ya solamente sentía placer, hasta ...