En el J23 de trasmilenio - Relatos Eróticos

En el J23 de trasmilenio

Soy Sebastian Quintero,
Un man de test canela, ojos café, 1.73 de alto y de contextura ancha.
Tenia 21 años cuando esto sucedió; yo estudiaba comunicación social en la CUN y estaba realizando mis practicas allí mismo en la universidad, por lo que en ocasiones salia algo tarde de la misma, hablo de salir entre 9 y 10 de la noche, horas en las que trasmilenio esta desolado y son muy pocas las personas que van dentro del mismo.

Habia sido un día bastante pesado y yo iba muy estresado; entre a la estación y a los poco minutos llego el trasmilenio, me subí en la parte de atrás y me senté a la espera de que llegara al Ricaurte; por lo general esta ruta sube hasta la estación de las aguas y de allí vuelve a retornar, cuando paro de nuevo en el museo, en el vagón de atrás en donde yo iba solo se subió un chico, un tipo de unos 25 años, 1.78 de alto calcule yo, acuerpado, de tes blanca, unos labios delgados que para mi son la perdición (es en lo que mas me fijo de un hombre)  cabello negro y ojos color avellana, quien iba en tenis, pantaloneta, un esqueleto, una chaqueta abierta y una maleta, lo cual denotaba que acababa de salir del GYM y quien ni más se sentó a mi lado.

Yo lo observe antes de que entrara pero no esperaba que sentara a mi lado estando el trasmilenio casi que vació, igual seguí leyendo en ese momento "El Tunel"  sin prestarle mayor importancia, el en cambio me miraba de soslayo y pegaba mas sus rodilla a la mía, yo no me negué a su tacto e iniciamos un ...

... juego; mientras el trasmilenio bajaba hacia la estación de la Jimenez el ya había puesto su mano sobre mi rodilla y  su erección junto a la mía ya era mas que notable (la de el aun mas que la mía por lo que llevaba pantaloneta), yo deje el libro de lado y muy disimuladamente introduje mi mano dentro de la pantaloneta y su Bref y para mi grata sorpresa era un pene grueso, de unos 18 cm mas o menos que estaba muy lubricado. El se percato de mi agrado y sin pensarlo saco el pene de su encierro y yo de una fui a su encuentro, me sabia a gloria, una mezcla de sudor y sexo que embriaga, lo introduje por completo en mi boca.

En un instante tuve que parara porque llegamos a la estación de la Jimenez y por suerte nadie entro en nuestro bagon, así que cuando las puertas se cerraron de nuevo yo me disponía a retomar mi lustre tarea, pero el me detuvo y por primera vez durante el recorrido me pidió con una voz grave que me dejara hacer sexo oral a lo que con mucho agrado  yo accedí, saque mi pene por la cremallera y el sin dudarlo dos veces la introdujo en su boca, y me percate que era un maestro en el arte del sexo oral porque cada embestida que me daba su boca me llevaba al cielo una y mil veces.

Por la posición en la que estábamos me resulto sencillo introducir una mano sobre la parte trasera de su pantaloneta y me di lugar a en medio de sus nalgas y empece a tocarlo, después lamí mis dedos así los introduje en su trasero eso me excito aun mas y al parecer a el también porque su ...