1. De cómo mi inconsciente superó a mi consciente, o porqué soy así (5)


    Fecha: 09/05/2019, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: Camila, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    No puedo decir que el siguiente mes haya sido terrorífico. La verdad ese periodo me gustó mucho, sobre todo al principio. Las dos primeras semanas yo no tomaba decisiones, eso lo hacía Frank por mí. Además, nunca tuve sentimientos de culpa, pues las tenazas con que me tenía sujeto Frank eran muy fuertes; no podía zafarme. Íbamos  los sábados y algún día entre semana a casa de Miko, y ahí se hacían los videos. Además, varias veces nos la pasábamos Frank y yo en su casa, luchando y terminando en sexo, y en dos ocasiones invitó a algunos amigos para que me cogieran, mientras él veía. Y además nunca tuve sentimiento de culpa, ya que me forzaban a hacerlo. 
    Pero después toda esa intensidad empezó a bajar, hasta que la tercera semana Frank me buscó menos. Las idas a su casa comenzaron a espaciarse en el tiempo, así como los videos y  yo quería que me amarraran y me tocaran, acariciaran, lamieran, me cogieran. Pero a Frank cada día le importaba menos y yo no le insistía pues según yo, eso era algo a lo cual me obligaban, algo que no me debería de gustar pero no tenía opción. Era como si me hubieran secuestrado y cada día la probabilidad de que me soltaran se incrementara. Según mis creencias, yo debería estar contento, pero no, en mi subconsciente quería desesperadamente profundizar esas relaciones de secuestrador y secuestrado, de amo y esclavo sexual.    
    
    Días después me habló Frank para que fuera a su casa, y acto seguido me apersoné en la puerta. Me abrió y me dejó pasar, ...
    ... sonriendo sarcásticamente. Estaba él con uno de sus amigos y tres chicas, tres putas de paga. Ya en el cuarto de juegos, Frank me dijo:
    Vamos, anímate, tú escoge la que quieras. 
    Las chicas comenzaron a decirme que era un chico muy lindo, que querían conocerme, acostarse conmigo. Frank ironizó  -vamos, esto va con tus creencias, no será nada malo. Ya estás en edad, vamos. Si no lo intentas, ya sabes que voy a hacer, y señaló su celular con un dedo.
    Me senté en silencio y una chica comenzó a besarme, a acariciarme y a meterme la mano por los pantalones. La chica me desnudó y mi polla comenzó a reaccionar, por lo que me la chupó, me lamió el escroto, metió mis testículos en su boca. Comenzaba a sentirme bien, pero no me daba cuenta que yo era la parte pasiva, y todo cambió cuando me pidió que introdujera mi pene en su vagina. Mi pene, antes erecto y duro, se convirtió en algo pequeño y flácido, y mi incomodidad comenzó a crecer. No podía concentrarme y menos cuando comenzaron a burlarse de mí.  
    Métele el dedo por atrás para que se le pare… le ordenaba Frank a la chica, pero yo ya estaba con los nervios a flor de piel, la angustia se había apoderado de mí y salí corriendo, llorando hacia el baño. Frank fue por mí y me regresó, me puso en medio de todos y me dijo -ya, reconoce que eres una puta; no te gustan las mujeres. Y todo eran risas y burlas. 
    Le supliqué que me dejara ir, pero en vez de eso le ordenó a sus chicas que me cogieran con lo que fuera, y lo hicieron. Dos de ...
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