1. COMO NOS COGIMOS A LA SEÑORA DE LAS CARNITAS


    Fecha: 16/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... muy buenos clientes y que nos iban a invitar un traguito. A pesar de que teniamos que llegar a nuestras casas ya que teniamos madres fastidiosas y padres estrictos. Decidimos darnos el chance de ir un rato más a ver que pasaba y si se nos hacía con la señora Ema. Apagamos los celulares y llegamos a la casa de los ñores de las carnitas. Era una sala algo desordenada ya que casi nunca estaban, pero en general el lugar era agradable, aunque eso era lo que menos importaba. Llegamos y nos ofrecieron unas botanas y vodka. Sabiamos que eso se subia muy rapido, asi que le tomamos con reserva, el único al que parecía no importarle era a don Beto que se empezó a empedar muy rápido. Doña Ema también estaba muy briaga y más deshinibida de lo normal. Puso música de banda y salsas. Nos sacó a bailar, primero a mí, pero no acepte por timidez, entonces invitó a Galindo. - y don Beto, preguntó él intrigado. - no te apures hombre, para lo que le importa. Empezaron a bailar, mi amigo emepezó poco a poco a tocarla, primero la cintura, luego bajó sus manos a las enormes nalgas y empezó a acariciarla, la señora le tomó una de las manos y se la puso en unas de sus chichotas que sobresalían de su ropa. - termina lo qué hiciste ese dia- le dijo. Ni tardo ni perezoso Galindo empezo a manosearla, primero con la mano y luego acercó su cara y se la puso entre las tetas. Carlos y yo nos veíamos sorprendidos y con emoción. De reojo veíamos al sr. Beto, éste roncaba sin preocupación. Galindo, empezó a ...
    ... subirle la falda mientras comenzaban a besarse en la boca. Por fin pudimos ver sus nalgas y wow! Eran tal como yo las imaginaba, enormes, paradas y algo guangas, pero sabrosísimas. La tanga efectivamente se perdía en ese mar de carne, aunque por encima se podia ver un pequeño pedazo de tela y unos listones negros que la sostenían. Mi amigo Carlos no pudo resistir y fue y se le repegó por atrás a doña Ema. - señora, Ema, qué carnotas! Escuche que le dijo, mientras le besaba la oreja. La señora Ema, en respuesta, le agarró la verga por encima del pantalón. La verdad es que yo ya no aguantaba, me la saqué discretamente y empecé a tocarme. Se fueron al sillón y empezaron a encuerarla. La ruca se veía riquisima. Galindo le quitó la blusa y traía un brassiere negro, que no le tapaba casi nada. Sus tetas se le veían muy suculentas, mí amigo empezó a besárselas, y a manoseárselas, primero despacio, depués con desesperación. Carlos terminó la tarea y se lo desabrochó, era como una talla 38 DD o más. Tenía unos areolas gigantes y unos pezones riquisimos. Galindo se las comenzó a mamar con ansias, mientras Carlos se bajó la ropa y empezó a fotarse la verga en esas nalgas deliciosas. - así, papi, así. Qué rico! decía la señora en tono lujurioso. - ay doña Ema, que ganas teníamos de comérnosla- dijo Carlos, mientras se agasajaba recorriendo sus manos por esas grandes nalgas mientras le frotaba la verga por la panocha. - pues ya se habían tardado chamacos, les traía unas ganas! - pues si, pero ...
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