EL NENE DE LA ENTRADA DEL CINE - Relatos Eróticos

EL NENE DE LA ENTRADA DEL CINE

EL NENE DE ENTRADA AL CINE 1
Todos los fines de semana voy al cine, usualmente a las dos o tres de la tarde. Y aunque hay varias compañías, casi siempre voy al mismo cine y ya conozco a las personas que revisan las entradas.
Pero las dos últimas veces, había una persona que nunca había visto. Es un nene como de unos 17 o 18 años, bajito, como de 1.60 m. de estatura, moreno, pelo negro, muy sonriente y muy lindo, era obvio que me fijara en él, ya que los anteriores eran hombres mayores poco atractivos y este chico, además de ser muy lindo, tiene un trasero bastante prominente. Cuando revisó la entrada, con una sonrisa muy agradable, me indicó la sala donde estaba proyectándose la película que iba a ver. Descaradamente le dije: Qué bonito que eres, gracias me dijo y pasé detrás de él y le pasé sobando las nalgas, el solo sonrió.
Después de que la película terminó, decidí quedarme después de que saliera toda la gente de la sala y quería acercarme a él de nuevo, pero ya no estaba en la entrada, lo vi con una escoba y entró a otra sala a limpiar la basura que deja la gente y no pude hablarle.
Los siguientes días, no dejé de pensar en este nene y de cómo haría para probar suerte y ver si podía de alguna manera hablar con él.
El siguiente fin de semana, fui al mismo cine y llevaba una nota en la que había escrito el número de mi teléfono celular que también es mi WhatsApp. Junto con el papel de la entrada puse el papel que yo llevaba y le dije, este es mi número de WhatsApp, ...

... llámame.
Me dije: si me llama, tal vez pueda conquistarlo. Era domingo. Terminó la película y cuando Salí no lo vi, me fui un poco decepcionado, pero siempre pensando en él.
Las funciones los días de semana comienzan a las 11 am. Ese lunes, como a las 10, sonó mi teléfono, era un número desconocido, así que solo dije: Hola. Una voz un poco femenina me contestó y me dijo: Soy Erick, ayer me dio su número y me dijo que lo llamara. Mi corazón dio un vuelco, era él. Ah, sí le dije gracias por llamar, ¿Dónde estás? En casa me dijo, hoy no trabajo, es mi día libre. ¿Dónde vives pregunté? Me indicó la colonia donde vive. ¿y qué vas a hacer hoy pregunté? Nada, dijo, descansar, ver televisión, nada en particular. ¿Oye le dije y no te gustaría que nos reuniéramos para platicar? Te puedo pasar a recoger cerca de tu casa. Ummm, ¿y para qué? Nada, solo platicar, me gustas mucho, eres bien lindo dije. ¿de verdad? ¿eso cree? Si, ayer te lo dije. Sí, es cierto, me acuerdo dijo. ¿entonces ¿te puedo ir a buscar? Ummm, no sé. ¿para qué? volvió a decir.
platicar, tomar algo, dije ¿y adonde iríamos? No sé, cualquier lugar, donde tú quieras. Ummm, no se volvió a decir.
Mira: no tienes nada que hacer, es tu día libre, ¿o te regañan en la casa? No, no hay nadie, mi mamá está trabajando y no viene hasta en la noche. Entonces puedes salir repetí, ummm, no sé, yo no lo conozco. Ya me has visto en el cine dos o tres veces dije. Si, ya me acordé. ¿Entonces? ¿nos vemos? Ummm, bueno, ¿Dónde me buscaría? ...