Mamandole a Daniel en el balcón - Relatos Eróticos

Mamandole a Daniel en el balcón

Esa noche nos íbamos a ir a la discoteca. Habíamos acordado que iríamos alrededor de las 2. Éramos 7 amigos, y la mayoría chicas. Solo tres tíos. Uno de ellos era Daniel y la verdad es que me había calentado desde siempre. El otro era Alonso, y ellos eran amigos de la infancia, siempre hablando de tías y de a quien se habían follado. Yo no era tan amigo de ellos pero me llevaba bien en general. 

Alonso estaba muy en forma. Tenía unos pectorales enormes y una tableta definida. Sus bíceps eran enormes y tenía unos cuantos tatuajes en ellos. Pero era Daniel quien me ponía mas. No se porque me ponía tanto pensar en el. Alomejor era que había visto su vello púbico y su polla años atrás, que ya era enorme. Pero lo más probable era su carácter, porque era muy extrovertido. Incluso en el instituto, cuando no había nadie hacía calvos por el pasillo con tal de ganarse uns risas de sus amigos. Hablaba mucho de sexo con mucha libertad así que yo ya sabía muchas cosas de él. Yo sabía que su postura preferida era perrito y que le iba que las tías se corriesen. Era bastante guarro cuando estábamos en el instituto, hacía cosas que le parecían graciosas que en el fondo daban asco, excepto a mi, que me ponían. Una vez meó por encima de la tapa del vater cuando estábamos en los vestuarios. Supongo que los tíos guarros me ponían. 

Esa noche fuimos a la playa a beber, y pasado unas horas, todos empezamos a perder el sentido común. Las chicas también les gustaba pinchar a los chicos. Una se ...

... sentó sobre Daniel y le empezó a saltar sobre su polla para ver si se le ponía dura. Esto lo hacía delante de todos y supongo que yo ya estaba muy bebido porque me hacía muchísima gracia. 

Después de una noche de locuras y perversiones, volvimos a mi apartamento. Allí, tres de nosotros nos cambiamos. Me metí en la ducha para quitarme la sal y la arena. Fue un error pensar que nadie entraría, porque  en ese momento, Daniel entró a mear en el bater. No me importaba que me viese desnudo pero en ese momento apartó la cortina de la ducha y me apuntó a mi con su rabo, empezó a mear encima mio. 

"Que haces tío"? Grité, intentando apartarme. El simplemente se rió. 

"No te preocupes, que estás en la ducha. No es para tanto", dijo entre carcajadas. En cuanto se fué, saque el jabón y me enjaboné cada esquina de mi cuerpo que había tocado su orina. Y casi sin darme cuenta, miré a mi verga. Se había puesto dura... Menos mal que el no había visto eso. Tardé unos diez minutos en secarme y co seguir bajar mi erección, pero en cuanto salí, les oí gemir. Habíamos subido a mi apartamento con una de las chicas y parece que ahora estaban pasándoselo bien ellos. Miré por el agujero de la llave y vi como el le metía el dedo lentamente. Ella gemia mientras mordía el cojín del sofá. El tenía cara de pervertido, y lo disfrutaba...

Salí del baño sin que se dieran cuenta y andé hasta el balcón, pero antes de que lo hiciera, le ví mirarme y decir con su voz profunda, "te gusta eh"? La chica ...