1. Visitas a mi vecino (Olor a chocolate)


    Fecha: 18/11/2017, Categorías: Gays Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    Diego se quedó pensando en las palabras de D. Pedro… Edu, el masajista del equipo de fútbol. Ese cabrón, estaba esperándole para tomarse una copa… y probablemente también estaría el entrenador; que aunque estaba buenorro a tope, era medio tonto, y no terminaba de verlo… Mientras llegaba al portal en el que vivía su tía Ana, no dejaba de pensar en ello; pero, no sabía cómo tomárselo. Cuando llegó, se olvidó del tema y se dedicó a llamar insistentemente; no le importaba despertar a su primo. Estuvo llamando, una y otra vez… pero, no obtuvo respuesta. Estaba claro que: O, no estaba en casa, o, tenía el sueño muy pesado. Volvieron a su cabeza las palabras del padre de Loren. Le había invitado a subir a tomar algo, en el quinto B… ... y, francamente, se había despabilado por completo. Le apetecía estar un rato acompañado de un señor así; tan educado y bien parecido. Además, quería conocerlo de una manera más informal; tomándose algo con él y sus amigos (por ejemplo)… Cruzó la plaza y cuando estuvo en el portal, pulso el 5B. Ariel se sentía flotando... y disfrutaba agradablemente el abrupto balanceo que le proporcionaban las certeras embestidas de ese señor, recién llegado. Se moría de gusto sintiéndole dentro de él. - Menudo aparato se gasta el cabrón, pensaba… mientras empezaba a molestarle, un poco, lo mal que lo tenían agarrado Alejandro y su amigo el masajista para follárselo. Pero no se quejó; y siguió con la cabeza hacía atrás y los ojos cerrados, abandonado a la tremenda ...
    ... follada que le estaban pegando los tres. Ahora le sujetaban, por las axilas; Edu a un lado y Alex, al otro... mientras, Pedro se lo follaba cogiendo sus piernas y colocándolas sobre sus hombros… Se la hundía profunda y lentamente. Y cuando ya estaba a punto de llegar al fondo, le pegaba un respingo y volvía a las andadas. Nunca pensó que se pudiera follar tan a gusto. Ni que hubiera muchachos tan ricos y bien dispuestos, para follárselos, en su barrio. Pero, alguien estaba llamando abajo… Dejaron al chico tumbado en el sofá; y Alex se dispuso a salir a atender el telefonillo. - ¿Quién será?… a estas horas, se supone que todo el mundo está en la cama ¿no?, dijo Edu… - ¡No sé! Y se quedó pensando en lo que le había dicho a Diego hacía un rato… - Como no sea que el amigo de mi hijo, se haya decidido a subir… le he invitado a tomarse algo con nosotros… … ¡está riquísimo!... - Pues entonces atiende tu, ¡coño!… que por lo menos sepa donde es la fiesta ¿no?, dijo Alex. - ¡Vale!, ¡vale!… Salió a la entradita y cogió el telefonillo - ¡Sii!, ¿quién es? - ¿D. Pedro?... - ¡Si!, ¿eres tú, Diego? - ¡Si!, es que al final me he animado y he decidido aceptar su invitación… ¿sigue en pie? - ¡Claro!, ¡por supuesto!… ¡un momentito! Pedro, se sacudió las manos y entró en el salón un tanto excitado. Informó de lo que pasaba, y volvió al telefonillo. Pulso el botón de apertura y… ¿ya está? - ¡SI!, ¡VENGA QUE SUBO!… Todos se recompusieron enseguida y Ariel volvió a ponerse el pantalón rojo. Alex se ...
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