1. El strap-on y la dependienta tan guarrilla


    Fecha: 19/11/2017, Categorías: Masturbación Primera Vez Autor: zorro_en_celo, Fuente: xHamster

    ... esa zorra viciosa y libertina de Jessica. Según se iba a acercando la hora de salir, me fui vistiendo, me puse mi más obsceno, lujurioso y depravado tanga de cuero, con pequeñas cadenas a los lados, al que perfumé, porque sabía que se pondría lasciva y concupiscente al verme con el puesto, una camisa que me marcaba los músculos y el tórax y que había perfumado para oler a macho en celo, así como un pantalón vaquero dos tallas menor, que estaba a punto de explotar, para que realzara mi rabo y culo y al verme se pusiera todavía más lúbrica y libertina y me quisiera poseer y yo a ella. Añadí a mi imagen de macarra matón, unas gafas negras de marca que me había comprado recientemente, y unos negros zapatos que completaban el atuendo. Me encaminé en dirección a la sex−shop, a buscar a la dependienta tan procaz de Jessica, al llegar allí, casi ni me reconoció pues había cambiado totalmente mi imagen.—¡cómo se nota que vamos a tener sexo con una mujer —largó Jessica.−Antes no me he presentado, me llamo Andrés —puntualicé yo.Nos dimos dos besos de rigor y nos encaminamos a casa de Jessica.—Mira, lo vamos a probar en mi casa, que vivo aquí cerca con una amiga —expuso Jessica.—de acuerdo —concluí yo.En el camino hablamos de con quien habíamos follado y como eran.—Es la primera vez que un cliente me pide algo así —declaró Jessica.— siempre hay una primera vez para todo —finalicé yo.Seguimos charlando y empezamos a tutearnos y mirarnos de manera diferente. La verdad es que Jessica era ...
    ... deseable y mucho y por su aspecto, diría que aquello no había hecho más que empezar y que me esperaba una buena y depravada sesión de sexo anal. Al meternos en el ascensor, el ambiente se relajó y yo me empalmé severamente y mi rabo quería romper el tanga y el pantalón. Al llegar a casa de Jessica estábamos solos pues la amiga estaba trabajando, también en una tienda de ropa interior en las afueras de la ciudad.—Ponte cómodo, estás en tu casa —detalló Jessica y me indicó donde estaba su habitación, donde nos desfogaríamos.Jessica había ido a la cocina y cuando regresó traía dos whiskys "on the rocks" para que nos relajásemos antes de la obscena sesión de sexo lascivo y libidinoso que nos esperaba. Jessica me empezó a desnudar lenta y lujuriosamente y e iba diciéndome una serie de procaces y obscenas guarradas que me incitaban y estimulaban a un irresistible sexo sin límites. Al ver mi atractivo, estimulante y sugerente tanga de cuero con las cadenitas a los lados, se relamió de gusto y regusto, pues me resaltaba el rabo y me destacaba la punta del nabo, pues tenía una erección producida por la depravada "buenez" de esta zorra de dependienta. Me miraba, cual puta lasciva, con deseo, lujuria y con excesiva impudicia, no solo al culo sino también al rabo, pues intuía que esperaba que yo, cual macho semental, taladrase, "petase" y "entaponase" su sugerente y muy vistoso culo y su afeitado coño que, incitaba a que se lo comiera sin límites. Jessica me iba diciendo las libidinosas ...