1. Él de 20 y yo de 34, una grata aventura


    Fecha: 20/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Muñequita sexy, Fuente: CuentoRelatos

    ... estoy pensando respondí”, “bien”, me dijo, “te veo a las 3 si te animas te estaré esperando” y me dio el lugar donde debíamos encontrarnos. Me metí a bañar, me puse un liguero con unas pantimedias a medio muslo y una tanga que hacia juego con el liguero, mini falda negra y zapatillas, mis piernas están muy bien torneadas y llaman bastante la atención cuando voy en zapatillas, una blusa beige de botones, un brassiere beige con rosa que se traslucía un poco de la blusa, mi cabello suelto, maquillaje bien cuidado y lista para gozar, le envié un mensaje para avisarle que iba saliendo de mi departamento, él llegó antes que yo a nuestro punto de encuentro, reconocí su carro, el, entre una sonrisa de nerviosismo y excitación se bajó de su carro y me abrió la puerta del lado del pasajero para que yo pudiera subir, mi clítoris no dejaba de palpitar, sentía deseos de coger con ese jovencito, que si bien no es muy atractivo tiene unos labios muy carnosos ricos para besar, un abdomen espectacular y una verga a la que yo le tenía muchas ganas, solo de recordarlo me vuelvo a humedecer. Fue un transcurso corto hasta el motel a donde iríamos, ya que no era mi intención andar por toda la ciudad en el auto con un veinteañero, abrí la puerta de la habitación en lo que el cerraba el carro, es un hotel que yo ya conozco, así que pasé y acomodé mi bolso, hay una especie de tocador y un banquito, subí una de mis piernas al banco y entró el, no lo dejé pronunciar palabra, lo miré, sonreí y con una ...
    ... seña le indiqué que se acercara, lo tomé de su camisa y lo acerque a mí y lo besé, en el beso se notaba su nerviosismo y su excitación, poco a poco se fue relajando y sus manos se posaron en mi cadera, yo desabroché su camisa, quería ver y sentir ese abdomen que había visto en las fotos, que rico estaba ese jovencito, estaba muy excitada, tomé su mano y la bajé de mi cadera a mi pierna y parece que ahí perdió todo su nerviosismo, mientras seguíamos besándonos, yo lo acariciaba en su abdomen y su espalda suavecito con las puntas de mis dedos y mis uñas, el subía y bajaba su mano por mi pierna que estaba arriba del banco y pegó su cuerpo a mí, por la posición no fue difícil y pude sentir rozando mi vagina una erección que más me prendió, lo dejé rozar y gozar en esa posición, después de un rato quería yo probar esa verga juvenil y le dije: quítate la ropa, cosa que hizo inmediatamente, yo lo observaba como queriendo devorar a mi presa y así era, me lo quería devorar, ahí está por fin lo que solo había visto por fotos, ya tenía la verga bien parada, me acerqué y lo besé pero mientras lo besaba mi mano derecha bajo desde su pecho hasta su verga y comencé a masturbarlo lentamente, el dio un gran suspiro, sin previo aviso me puse en cuclillas y observe esa verga, la tenía en mi mano y comencé por pasarla por mis labios, a besarla suavecito mientras lo miraba directo a los ojos, un lengüetazo desde los testículos a la punta, el gimió y comencé a chupársela, este muchachito gemía y se ...