Me levanté una anciana pidiendo limosna 2 - Relatos Eróticos

Me levanté una anciana pidiendo limosna 2

Luego de varios meses de trabajo, termine mi contrato con la empresa, y debía regresar a Buenos Aires, mi novia que me encontró infraganti cogiendo con la viejita pordiosera, me dejo plantado, bueno pensé en realidad no perdí nada, esta viejita es mucho más complaciente, no me pide nada y me satisface en todo lo que le pido, por otro lado, Salí ganando como les contaré a continuación.
Cuando le comenté a Hilda, (no diré su nombre real por pudor y respeto a ella), que tenía que regresar a Buenos Aires en un par de semanas, me pidió que la llevara, que por favor no la abandonara porque se iba a morir; lo cual comprendí que eso era lo que le ocurriría realmente, nuevo abandono, pobreza, soledad y muerte. Le pregunté por su familia, que me diera los datos de ellos y los encontraríamos, se desesperó, y me contó que los hijos no la quieren que la abandonaron, cuando enviudo de su marido, el tema era que ella no había sido muy trigo limpio que digamos y le metió los cuernos al marido con cuanto macho se le cruzo por el camino, la acusaban que él había muerto de tristeza, a lo que ella replico que si no ella hubiera muerto de tristeza al seguir casada con un hombre impotente.
Con todo no quería ser yo el culpable de su nuevo abandono y su segura muerta así que le sonsaqué los datos de sus hijos y contraté una empresa de investigaciones para que los buscaran.
A los pocos días ya tenía sus direcciones, teléfono, lugares de trabajo etc. con ese material contraté un abogado para que ...

... los presionara legalmente y se hicieran cargo de la madre. Pero primero me presente en lo de la hija mayor y más solvente que vivía muy cómodamente en un piso de la recoleta casada y acaudalada.
Me presenté, ella se asombró me preguntó que interés tenía yo en eso, le pedí pasar mientras encendía mi grabador, le explique le situación y fui al grano, "abandono de persona" le dije, se sintió incomoda, mientras yo observa sus grandes tetas sin corpiño que le resbalaban casi hasta la cintura, su vestir provocativo que me calentó mucho a pesar que ella también pudiera se mi abuela, se dio cuenta que me provocaba deseo y trato de usar eso para zafar de un juicio por abandono, se abrió un poco su desabillé y me dejo ver su tanga pequeñita que apenas tapaba su concha, por lo visto muy bien depiladita, me ofreció de tomar un coñac, le acepté una copa, se sentó a mi lado diciendo si podíamos negociar el tema; adivinando sus intenciones le pregunté si teníamos tiempo suficiente, si, no hay problema, respondió mis hijas y nietas solo vendrán el fin de semana y mi marido sigue internado, ¡todo el tiempo del mundo! Respondió, le sonreí y acercándome más a ella apoyé mi mano en su pierna sobre el desavillé y comencé a acariciarla, poco a poco el desaville se fue corriendo a un costado y unas hermosas piernas que no parecían de una mujer de setenta años, mis caricias le agitaron la respiración la “negociación” por su madre quedo suspendida por el momento y yo segui acariciando y ella con su ...