El cuerpo del delito - Relatos Eróticos

El cuerpo del delito

... otra veces corría con más suerte alguna gotita de orina o de semen que por supuesto limpiaba con mi boca aquello se convirtió en mi obsesión... 
Pero un día mi juego se salió de control. sentí que el entró al baño escuché la ducha así que puse mi plan en marcha; quería entrar  al baño sin que el lo notara oler su trusa y salir rápidamente, me escurrí con mucho sigilo, en silencio, abrí la puerta, el agua caía, y vi mi botín me dirigí hacia el lo tome era sólo oler una vez y salir, pero justo cuando tenía esa calzón en mi cara se abrió la puerta de la ducha ahí estaba el viéndome fijamente. El miedo se apoderó de mí, sali de allí rápidamente. Dejo de caer agua y sentí que el salia del baño. No me había dicho nada, mi hermana no estaba, éramos los dos en aquella casa. Me llamó: Alicia! Una vez, Alicia! Dos veces... No sabía que iba a pasar abrí la puerta ahí estaba envuelto en la toalla, torso peludo. ¿que fue aquello? Preguntó - no lo sé, por favor no le digas a mi hermana. le rogué.  Me cogió la mano y la llevó hasta su miembro. Te gusta? - si. Asentí con la cabeza. Se quitó la toalla y ahora veía frente a mi ese pene enorme, grueso y peludo apuntando directo a mi. Me tembló el cuerpo. Desnúdate me ordenó. Lo hice, sus manos fuertes bajaron mis bragas, será nuestro secreto susurró, me acarició y me dió un beso, sentía en mi abdomen su pene lo cogí hice realidad no fantasía, lo chupe, besé sus huevos me apropie de su olor el me tocaba el culo, los senos, su dedo entre mi vagina... Me mudé al poco tiempo de ahí no quería dañar el matrimonio de mi hermana, hace 4 años se separaron pero siempre que nos vimos sonreímos al recordar eso que pasó que yo jamás he olvidado. Hasta la próxima