CON HAMBRE NO HAY PAN DURO - Relatos Eróticos

CON HAMBRE NO HAY PAN DURO

Este refrán me va como anillo al dedo para describir una parte de mi infancia que permaneció oculta. Era muy pequeño y no se si di pie a mi tio o simplemente vio que tenia a su alcance un agujero para deslecharse.
Vivia con mis abuelos y mi tio ya que mis padres no podían hacerse cargo de mi, el menor de 6 hermanos. Recuerdo perfectamente que mi tio me dijo que todos teníamos un propósito en la vida y el me iba a enseñar cual era el mío.Eramos pobres y tenia que colaborar ayudándole. Yo recién había empezado la primaria y el rondaría los 35 años.
Mi tio era un hombre de pocas palabras, muy alto y delgado con una cicatriz en la cara parcialmente cubierta por su barba. 
La primera vez me llevo a una casita de aperos que había al fondo de la casa del campo donde vivíamos y tras desnudarse fue cuando me dijo que todos teníamos un propósito en la vida. Yo quede impresionado al verlo desnudo y no podia apartar mi vista de su polla, enorme para mi, mientras se masturbaba sentado en una mecedora. Hizo que me pusiera de rodillas en el suelo y se la chupara. Me decía que fuera bueno y que si lo hacia bien me llevaría con el de caza. Recuerdo su polla dura que ocupaba por completo mi boca y mal estar por tener la boca abierta durante tanto tiempo y un ahogo al presionarme con su mano mientras tragaba su abundante leche. Al principio no me gustaba mucho pero sentia que era querido y me satisfacía ayudarlo aunque tuviera que tragarme su leche viscosa que no dejaba de salir de su polla. No exagero al decir que derramaba muchísima leche ya que de todas las pollas que meme de chico la suya era la que producía mas leche.