1. El poder de Osvaldo (1: Obediencia absoluta) por M


    Fecha: 20/11/2017, Categorías: Masturbación Tabú Voyerismo Autor: morbit, Fuente: xHamster

    ... está pasando. ¿Qué me has hecho?”“-Yo hago las preguntas! Dime, ¿te gusta que te mire?”“-No, me da mucha vergüenza. Además eres mi hermano y, la forma en que me estás mirando… me siento mal.”“-Pues si no es eso… ¿por qué estas cachonda?”Esta vez la jovencita volvió a tomarse su tiempo para responder. Se encontraba tan confundida por la situación que ni siquiera había reparado en el pujante ardor que se estaba apoderando de su entrepierna desde hacía rato. A estas alturas del interrogatorio su desnudo coñito ya rezumaba tal cantidad de jugos que algunos goterones se escapaban de entre sus labios exteriores y seguían resbalando por sus muslos.Una vez fue plenamente consciente de su estado, trató de escudriñar sus sentidos con todas sus fuerzas para hallar una respuesta satisfactoria. Necesitaba obedecer y ese pensamiento hizo que su excitación fuera en aumento. Al fin encontró la respuesta:“-Son tus ordenes. Creo que me gusta obedecer.”Osvaldo se sintió algo decepcionado por no ser la fuente directa de la excitación de su hermana, sin embargo aquella nueva perspectiva sobre la reprimida adolescente empezó a interesarle y decidió indagar.“-¿Alguna vez te habías sentido así conmigo?”“-No.”De nuevo Osvaldo sintió una punzada en su orgullo de varón, una punzada que llevaba demasiado tiempo sintiendo. Aunque era ya consciente que aquello se iba a acabar. Así que contuvo sus ganas de acción y continuo indagando sobre el carácter oculto de su hermana.“-¿Te habías sentido así con ...
    ... alguna otra persona?”“-Sí”Osvaldo sonrió al ver como su hermana bajaba la mirada, pues se dio cuenta que acababa de dar con algo.“-Dime quién fue y como pasó. Quiero que me lo cuentes todo.”Ésta vez Marta titubeo y hasta llegó a ofrecer un conato de resistencia antes de hablar. Cuando al final lo hizo, sus mejillas volvieron a teñirse de rojo y sus palabras sonaron como un llanto, poniendo en evidencia que acababa de robarle uno de sus más preciados secretos.“-Fue con Ramón, el marido de mama. Es muy estricto y siempre nos da órdenes, pero algunas veces le he pillado espiándome mientras me ducho. Además, a veces aprovecha distracciones para tocarme el culo o rozarme disimuladamente los pechos. Yo hago ver que no me doy cuenta. Al principio lo hacía porque me daba miedo que se enfadara conmigo. Además, veía a mama tan segura que no quería disgustarla. Pero últimamente sus roces son cada vez más descarados y creo que empiezo a excitarme. Hasta ahora no lo había pensado, pero es exactamente así como me siento. Ahora me siento como cuando él me toca.”Oír aquella confesión de los labios de su propia y desvalida hermana, sin que ella pudiera hacer nada por evitarlo… aquello fue demasiado para el joven Osvaldo. Se sacó la poya a punto de reventar del pantalón que la aprisionaba y la apretó fuerte con las manos. Se tumbó en el suelo y se dispuso a hacerse el mejor pajote de su corta vida. No quería desvirgar a su hermanita, al menos no tan pronto. Sin embargo se le ocurrió una última ...
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