1. Secretos Anales De Carla 1: Vegetales y placeres


    Fecha: 21/11/2017, Categorías: Anal Fetichismo Masturbación Autor: dionysoz, Fuente: xHamster

    Mi nombre es Carla, y soy una mujer normal. Sí, normal. De esas que vez cada dos por tres en la calle, el metro, en tu trabajo. Podría ser tu amiga o tu hermana. Ahora mismo podría estar sentada a tu lado en el tren, y apuesto que no notarias que mientras finjo leer un libro, tengo un consolador de goma encajado en el culo. Eso lo suelo hacer muy a menudo. Lubrico bien mi culo, tomo un plug anal de los muchos que tengo y lo meto en mi ano. A veces tengo que masturbarme un par de veces antes de vestirme y salir a la calle. Es una experiencia genial.Ahora mismo acabo de llegar, fui al centro de la ciudad a caminar un rato. Me senté en un banco y vi pasar a la gente, pensando que también alguno de ellos podría estar ocultando secretos tan perversos como los míos.De vuelta pasé por una frutería. Me tomé mi tiempo para elegir los productos que me dispongo a usar ahora, hoy me apetecían berenjenas. Tomé varias de diferentes tamaños, también cogí una docena de naranjas, que nunca están de más. Tendré una tarde movidita, pero no se preocupen, cuando termine mis labores anales, les contaré todo con lujo de detalle.Besos, Carla.Ciertamente, Carla era una mujer de apariencia normal. De esas que no son ni muy bonitas ni muy feas. Lo que le hace pasar desapercibida en la mayoría de los casos. Hace ya un año, comenzó a dar rienda suelta a sus deseos más profundos, a estas alturas era una yegua desbocada en las sendas del placer. Vivía sola, lo que le permitía gozar con tranquilidad de su ...
    ... cuerpo. A pesar de sus gustos personales, las veces que ha estado con otra persona, nunca los ha revelado. Desea que alguien los descubra por si solo, en ese momento se entregará totalmente a quien lo haga.Después de dejar de escribir en su blog secreto, se puso de pie y se desnudó. Con suavidad extrajo el plug de su ano dilatado y palpitante. Era una sensación de vacio liberador que pedía ser perpetuada. Lamió la goma con fruición mientras caminaba hacia la habitación contigua. Allí tenía dispuestos varios objetos para su disfrute.Sentía cierto respeto y temor hacia su vagina, por eso nunca metía cosas demasiado grandes ni la forzaba en demasía. Pero su culo era otra cosa. Le fascinaba llevarlo al límite, forzarlo hasta la extenuación. Más de una vez ha caído al borde del desmayo por culpa de algún estremecedor orgasmo anal, los cuales eran tan frecuentes y fáciles de conseguir como uno vaginal o clitoriano. Sin embargo, aunque deseosa de ello, nunca se mostraba muy presta al sexo anal con sus parejas, era parte de su juego.Se echó en la cama con las piernas abiertas y sin más comenzó a masajear su clítoris. Siempre iniciaba de la misma manera. Lo frotaba con suavidad y esmero hasta que el orgasmo afloraba. Su coño se inundaba de líquido viscoso el cual ella cataba golosamente con sus dedos. Pero esta vez no quería trabajar su coño. Los recorridos que hacía con el plug en su culo, le abría un voraz apetito anal.Metió los dedos en un tarro de lubricante mientras se paraba de ...
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