Mis vecinos - Relatos Eróticos

Mis vecinos

Mis vecinos
	Hola, esta historia que contaré aquí ocurrió hace menos de un mes. Las vidas de los vecinos siempre tienen algún misterio que, a veces, sin querer descubrimos. Aunque no estoy seguro si estas cosas suceden por casualidad o causalidad. Me refiero al hecho de que yo, al ser gay, aunque de closet, vengo a descubrir esta relación gay de mi vecino y algo mas.
	Sucedió algo así. Tengo 30 años y me encanta leer en silencio y soledad y, por lo tanto, me inventé un lugar solitario para tal propósito. Se trata de un árbol de paltas que está en el fondo de casa.  Las grandes ramas del mismo me permitieron hacer una suerte de plataforma, no muy grande, pero sí cómoda para sentarme y leer sin molestias y, sobre todo, con una vista panorámica del fondo de la casa de mi vecino. Aunque entre las ramas  de mi frondozo árbol, soy completamente invisible para ellos.
	Les resumo algo de ellos. Una familia normal de padre y madre cuarentones,y muy juveniles y un par de hijos, nene y nena. El varon de unos 14 o 15 años y la mujer de unos 10.  No quiero andarme con vueltas a si que iré directamente al grano.
	Esa tarde hacía una temperatura bastante elevada cuando yo desde mi árbol ví aparecer al padre y al hijo en el fondo de su casa.  Nada especial hasta ese momento pero si, de puro chusma, me detuve a ver la escena. Ellos parecían hablar normalmente y sin levantar ninguna sospecha. Cerca de ellos había una silla del tipo reposera que se usa para tomar sol y hací allí se ...

... dirijieron. Aún de pie, el padre comenzó a quitarse la remera dejando un ver un físico, no de gimnasio, pero bastante bien cuidado. De torso y caderas anchas y sin pelos. Por supuesto que hasta ese momento no había nada mas que un padre de bermudas, chancletas y torso desnudo y un adolescente que lo contemplaba sin miramientos. Lo que me dejó sin respiración fue que en un momento, el padre se acercó al hijo y le agarró el pene por arriba de la ropa y comenzó a franelearlo y apretarlo. Casi me descuelgo de mi árbol cuando ví eso. Y en menos de treinta segundos, mi berga ya estaba parada y palpitante. Creo que no volví a respirar si no hasta el final. El padre se acercó mas y empezó a besarlo en la boca frenéticamente y, su hijo no ponía resistencia. Se las pasaron así como por cinco minutos mientras que las caricias no se hacían esperar. El padre metía sus manos por debajo de la camiseta de su hijo y este, deslizaba sus manos por los brazos gruesos de su padre de arriba abajo.  la escena era impagable y yo tenía palco. Y también había comenzado a hacer de las mías  en mi arbolito. Ya mi berga estaba afuera y me masturbaba suavemente.
En cierto momento el papá dio un paso atrás y bajó su bermuda sacandosela y quedando sólo en chancletas. De perfil se le podía ver un pene bastante ancho y bien erecto mientras que su hijo, aún vestido, se arrodilló y comenzó a chuparle el falo a su progenitor. Y, por el comportamiento tan decidido de ambos, esta no parecía ser la primera vez.  Y así ...