Mi sobrino. - Relatos Eróticos

Mi sobrino.

Yo tengo 35 años vivía sólo, hasta que un día me llegó una solicitud de amistad de Facebook que después canceló, era un sobrino de 21 que con el cual no conviviamos desde hace mucho tiempo, así que le regresó la solicitud y al aceptarla empezamos a platicar y todo, me comentó que quería venirse a estudiar a la  ciudad y yo le dije que si, que aquí tenía su casa, entre tanta platica salió el tema del sexo y los dos dijimos que éramos bisexuales, me mandó foto de su pene y yo le envié foto de mi pene, así estuvimos hasta que un 16 de agosto de 2017 se vino a vivir conmigo, cuando llegamos a la casa nos abrazamos y nos besamos como si no fuera a haber mañana, después con el calor del momento me empezó a agarrar el pene por arriba de la ropa y yo a él, estuvimos así unos minutos hasta que empecé a quitarle el pantalón poco a poco, posteriormente su playera, dejándolo sólo en ropa interior, el hizo lo mismo conmigo, lo empecé a besas por todo el cuerpo hasta llegar a su pene que estaba súper duro y más grande que en la foto, se lo empecé a chupar por un buen rato, el gemía de placer, después subí nuevamente a sus labios para seguir besando, y el bajo besándome cada parte de mi cuerpo hasta llegar a mi pene que ya estaba al 1000 y ...

... me lo empezó a chupar como si fuera el último caramelo que comería en su vida, estuvo así un buen rato hasta que lo pare para besarlo y darle la vuelta para admirar esas divinas nalgas que tiene, el automáticamente se puso en cuatro y poco a poco le fui metiendo el pene en ese culito hermoso que le estaba volviendo loco, ya que una vez se lo había metido por completo, el empezó a gemir entre dolor y placer, yo me quedé un rato inmóvil para que el se fuera acostumbrado, después de unos minutos así, de estar besándolo, empecé con el mete y saca despacio y poco a poco subí la velocidad los dos gemíamos como locos ya que los dos estábamos disfrutando de este momento tan hermoso y especial, duramos varios minutos, ya que yo tardo algo en correrme, cambiamos de pose, lo puse patitas al hombro y así lo seguí cogiendo, hasta que le dije que estaba a punto de venirme, me corrí dentro de él, fue tan rico que me vine como nunca, una vez que termine, me puse a chuparle el pene hasta que se corrió en mi boca, después nos fundimos en un abrazo y beso, hasta que nos ganó el sueño y así nos quedamos dormidos.

Próximamente les contaré cuando el me la metió y de cómo después de dos años tenemos nuestras aventuras y la verdad siento que lo AMO.