1. Los niños clavadistas de Veracruz (Segunda parte)


    Fecha: 08/11/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Pasando el largo puente, llegamos al pueblo de Alvarado, frente a la laguna camaronera. Una vuelta en las callecitas y, sin tener la minima información sobre el lugar, escogimos "Vitamina Jarocha", un restaurante de pescados y mariscos. Los dos niños se reian con anticipación del goce de saborear mariscos en uno de los pueblos más famosos de México por ese tipo de comida. Claro ! los tres pedimos camarones y cangrejo, a voluntad. Y como bebidas, dos cocas para José Eduardo y Carlos, una cerveza helada para mi. Los tres comimos sin hablar, felices de poder disfrutar de esos platos deliziosos. Antes de recuperar el coche, dimos otra vuelta en el pueblo,caminando. Por fin, nos comimos un helado.
    
    Totalmente saciados, decidimos regresar a Veracruz, pero esta vez pasando por la carretera a Acayucán. Paramos en el "Balneario de los 5 chorros", una belleza en medio de la naturaleza. Los dos pendejitos querían bañarse, pero les recordé que si queriamos pararnos en un lugar tranquillo... para divertirnos un poco... Entendieron enseguida, se rieron y de inmediato cambiaron idea, pidiendome de seguir nuestro camino... Nadie hablaba en el coche. De repente, Carlos llamó su companero : "José...  quieres comerte más mariscos ?... Mira, tengo un camaron muy gordo para tí... y todavia es vivo !... Mira, como se mueve !..."  José y yo nos volteamos.  Moriendose de la risa vimos Carlos que se había sacado el pene y lo agitaba con la mano...  Su verga ya morcillona se movía como si fuera un ...
    ... animalito indomable. José y yo nos reventamos de risa. Que burlón ese Carlos !  Dirigiendome a él :"Cuidado, niño, tu lo sabes : esos camarones son mis preferidos !... Cuidado que te lo voy a comer... Ese tipo de picadillo me lo trago de una vez, sabes !"  Carlos me contestó : "Pero, Manuel, el mio todavía está crudo !"  "Aún mejor !". Todos estabamos desternillandonos de risa. José añadí : "Manuel, si estas muy hambriento te puedes comer también el mio...". El campéon clavadista me estaba enseñando su miembro ya bién erecto. La visíón de ese otro trozo de carne cobriza, grueso y largo, me hizo la boca agua. Los dos niños además empezaron a masturbarse descaradamente. "Hola !... Mis reyes, no hay prisa... Temo que luego ustedes no tengan nada por regalarme..."  José : " Quizás estas hablando de Carlos... En lo que a mí respecta, me sorprendería que me quede agotado... Son dos días que no me hago pajas !..."  
    
    De todos modos, conduciendo, yo no podía mirarlos... Y no quería perderme tal espectáculo, lo mejor entonces me parecía pedirles de tomarselo con calma... La carretera atraversaba ahora una zona muy arbolada. En cierto momento, de repente vi al lado una pequeña carretera sin alquitrán. Giré, lo que sorprendió mis dos pasageros. Avanzé en el camino unos treinta metros : el lugar parecia muy poco concurrido. Me paré a un lado, dejando el paso libre. "Mis reyes, hemos llegado !... Aquí nadie nos va a molestar. Vamos fuera. José, recoge la cobija que tengo en el maletero, ...
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