1. Bellos recuerdos de mi suegra.1


    Fecha: 31/08/2017, Categorías: Anal Primera Vez Sexo con Maduras Autor: kuatito, Fuente: xHamster

    Recuerdo aquellos días, yo tenia 24 años, recién casado y mi suegra con sus 44 años, no se porque pero cada vez que la visitábamos lucia muy sexy, ella en esos tiempos era un poco gordita pero lucia de lo mejor, siempre con sus blusas escotadas y en ocasiones transparentes, lo que nunca olvidare fue cuando un viernes ya anocheciendo le pidió a mi esposa que nos quedáramos con ella porque le daba miedo quedarse solita, mi suegro trabajaba de noche y durante el día se iba al gimnasio o andaba en sus otros negocios, aceptamos y entonces me pidió que por favor le preparara un trago de tequila y me hiciera otro para mi, se lo hice y comenzamos a platicar, al cabo de varios tragos a mi se me empezaron a ir los ojos en tan golosas tetas, fue cuando me dijo, “¿que tanto vez, no son suficientes las de mi hija?” le dije muy firmemente que no, “tus tetas son únicas, perdóname por el atrevimiento” ella se levanto un poco seria y fue a su recamara, yo pensé que ahí terminaba no solo mi visita pero mi relación con ella, cinco largos minutos después volvió, bestia una bata casi transparente, ¡puta madre! sentí que me ahogaba con mi propia saliva, camino muy despacito miro para el cuarto de arriba donde dormía mi esposa y mi hijita, yo me le quede mirando a las nalgas tan blancas y tan buenas que se le miraban, no traía calzones al voltear me hizo una seña que la siguiera, yo la verdad comencé a temblar de miedo (solo con mis 24 años y sin mucha experiencia) pero la seguí, iba moviendo el ...
    ... culo que sentí que la verga me rompía el pantalón, entramos a su cuarto y cerrando la puerta me dijo “¿muy cabroncito?” “pues mámamelas cabrón” quitándose la bata y quedando bien encueradita, le empecé a mamar las tetas a tal grado que no me daba abasto, eran las primeras tetas gigantes que mamaba, al rato me dijo, “ya me calentaste cabrón, déjame mamarte la verga” putale, me dio unas mamadas que jamás me habían dado, la acosté poco a poco, le levante y le abrí las piernas dejándome a mi solito esa peluda panochota que tantas veces Dessié, se la empecé a mamar con mucha ternura, ella brincaba y se retorcía demasiado, y me dijo con una voz muy baja, “¡ay!, papacito, ¡ay! ya casi me haces acabar” solo sentí como me llenaba con su lechita todos mi bigotes y le seguí mamando hasta que me dijo “por favor, cógeme, cógeme, la necesito como no te imaginas” la puse a gatas, ¡piche madre! Se miraba tan buena, mil veces mas que las hijas, se la metí y solo pujaba y pujaba, le pregunte mientras me la cogía, que cual verga le gustaba mas si la mía o la de su puto marido, solo dijo, “la tuya es verga no chingaderas” mientras me la cogía por la panochota tan sabrosita con el dedo le empecé a poner saliva en el culito y abrírselo poco a poquito, solo me decía “no amor, no por el chiquito, de ahí si soy virgencita, ese ni a mi marido se lo daré” yo le dije, “solo la puntita mi amor” “ quiero terminar en el, ándale amor, por favor” le dije también “ni a tu hija me la e chiquiteado tampoco” ...
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