Indefensa - Relatos Eróticos

Indefensa

... acerque mi boca para saborearlos y los acaricie con gentileza, mi boca fue bajando por su vientre hasta llegar a su entrepierna y mi lengua se apodero de ella, la chica se retorcía de placer pero no despertaba, había llegado el momento de metérsela, puse un par de almohadas en la cama y la gira a forma de dejar su estómago encima de ellas, esto me permitiría levantar sus caderas y tener una vista maravillosa de su nalgas, ahí la tenía ante mi dispuesta a recibirme sin ninguna protesta, tome mi pene erecto y me acerque a ella, hice a un lado su tanguita y la penetre, mi pene se deslizo sin ningún problema pues increíblemente estaba muy mojada, tal vez deseaba sentir un pene esa noche y el niño estúpido no entendió el mensaje de cuando se negó, ella deseaba ser tomada a la fuerza, aquella chica tenía un cuerpo muy hermoso, pero su culo lo mejor y yo lo tenía a mi completa disposición, la vagina de la chica estaba realmente riquísima era lo suficientemente estrecha para hacerlo sentir a uno unas sensaciones muy placenteras cada vez que la penetraba, y la vista de su culo devorando mi pene no era nada despreciable, así es como termina mi historia de cómo salve a una chica de ser violada por un par de mal vivientes, tan solo para poder cogérmela yo, mientras mi pene entraba y salía sin cesar de esa hermosa cola que su dueña nada podía hacer para evitarlo por estar bajo los efectos del alcohol.