1. Una guarida de "cachaquitos"


    Fecha: 16/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Ya desde una semana m'encuentro en LIma, la capital y, por fin, me decido a visitar un lugar gay muy recomendado : "La Jarrita". El local se situa a tan solo una cuadra de la histórica Plaza de San Martín y a media cuadra de la Plaza de Francia. Se trata de un bar con pista de baile. Un amigo me explicó que por las noches y ciertos días de la semana funciona como un Pub, y en las mañanas y por las tardes como restaurante. Los fines de semana esta frecuentado por un público variopinto y en las noches por chicos con aspecto de reclutas del ejercito ("cachaquitos", como los llaman los Limeños). De aquí la mala fama del lugar, ya que se atribuye a ese tipo de chicos costumbres vulgares, incluso a veces conductas violentas. Muchos de ellos son "fletes" (prostitutos). Y para atraer la clientela gay, adoptan la apariencia de soldados, con cráneo rapado y algunas prendas militares. 
    
    Mi amigo me ha prevenido de los riesgos de la zona. Lo cierto es que hay que andar con cuidado en todos los sitios, ya que existen ladrones y prostitutos en todos lugares, incluso en las discotecas de Miraflores donde hay chicos con rostro angelical que despojan sin piedad los turistas demasiado confiados. "Al menos vas prevenido", insistió mi amigo, "sabes que andas en un local donde la ubicación es muy peligrosa, y que, al estar al centro, cerca de la plaza San Martín, pueda existir algún prostituto o chicos que buscan apropriarse de lo ajeno". Yo, como turista soy muy prudente, pero me gustan tanto ...
    ... los soldados que no podía dejar escapar esa oportunidad de visitar esa guarida de "cachaquitos", un verdadero nido de machos cargados de testosterona !
    
    Entonces decidí ir a "La Jarrita" un sábado, a casi las 12 de la noche. La Plaza San Martín, el Jirón Quilca y los alrededores estaban llenos de gente. Las figuras de cientos de hombres y algunas mujeres se entrecruzaban en el claroscuro ámbar de los faroles de iodo. Atraversé la plaza, mirando unos "pirañitas" sentados en las bancas, en espera del cliente. Muchos me llamaron la atención, sobretodo dos de ellos, con sonrisas pícaras, que llevaban vaqueros destrozados a propósito, para dejar entrever pedazitos de piel de sus muslos y pantorrillas y hacer babear de las ganas los putos de caza de un culito joven y estrecho... 
    
    Desde la esquina del Queirolo, entre Quilca y Camaná, avanzo con rumbo a la Plaza de Francia. A mitad de la cuadra, entro por un portón que me lleva a un zaguán típico de solar antigo. Los de seguridad me hicieron el pertinente registro como en toda discoteca y nada más. El local no está mal, en la pista de baile tiene una pantalla grande de televisión, incluso tiene escenario donde suelen hacer shows. "La Jarrita" estaba llena de hombres que, como yo, buscan "el amor", o por lo menos el sexo con hombres viriles. Pueden ser jóvenes estudiantes o trabajadores de aparencia angelical, o, como el día de mi vísita, tener la apariencia de rudos machos con corte militar.
    
    La mayoría de mesas estaba ocupada ...
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