1. Cojiendo a la esposa de mi mejor amigo.


    Fecha: 23/11/2017, Categorías: Sexo Duro Autor: pancho31, Fuente: xHamster

    No pude resistir más la tentación y finalmente acabamos haciéndolo como a****les en la cocina... No podíamos parar... nos llevábamos buscando mucho tiempo y al fin, el deseo pudo más que la razón... ¿Te gustaría leer la historia?Era un sube y baja violento, se tocaba los pezones y luego los acariciaba sin bajar el ritmo de su galope.No sé cuando empezó. Solo puedo decir que fue lentamente que me pude dar cuenta que la miraba más detenidamente. Miraba su cuerpecito menudo, pero bien contorneado, sus manos pequeñas, sus pies pequeños, sus labios más delgados que gruesos, pero muy delineados. Sus ojos café oscuro, su perfecta nariz, su bello rostro. Su pequeño pero expresivo culo, sus piernas bien tónicas, muy bien puestas y atléticas, viva expresión de su juventud y de la gimnasia. Claro, si solo tenía 28 años. Lo que más me atraía, eran sus senos. No eran tan grandes como los de mi esposa en ese entonces, pero en ese cuerpecito resaltaban, con una caída preciosa, que se volvían a levantar para ofrecer sus pezones al cielo, o a aquel goloso que quisiese disfrutar de tamaña golosina.Estoy describiendo a la esposa de mi amigo, llamémosla, Nora, en clave. Sí, la esposa de mi mejor amigo.Los primeros indicios de que algo estaba ocurriendo entre los dos, fueron las miradas cruzadas, en los almuerzos familiares, en la casa de mi amigo. Eran cortos segundos en que las miradas decían cosas, que sólo con el tiempo pudimos entender. Eso hizo que cada vez, mis pensamientos hacia ella, ...
    ... separaran el rol de mi joven y cordial amiga, por el de la mujer atractiva, que francamente era.Las miradas silenciosas y cómplices, empezaron a llenarse de pequeños cuestionarios, coquetos, nerviosos, juguetones: ¿Qué miras?, ¿En qué piensas?, ¿Me ibas a decir algo?, ¿Tengo algo en la cara? La respuesta era del mismo tenor: nada, solo miraba; si, muchas cosas quiero decir, pero mas adelante… (silencio)… (Sonrisas).Comencé a conocer sus horarios de trabajo . Sus visitas, sus gustos, empecé a estudiarla, su número de móvil me lo aprendí de memoria. Empezamos la etapa de los roces. De las rodillas debajo de la mesa, en especial aquella vez en que fuimos a un pub, con mi amigo y con mi ex esposa (Alicia), en una mesa pequeña y comencé a sentir que su rodilla empezó a quedarse en mi muslo, detenida y por momentos muy cálida… fue en ese mismo momento, cuando dijo a todos que le gustaba estar conmigo pues la hacia reír y relajarse. En esa noche, mis apetitos eróticos comenzaron con Nora… …Hasta el día de hoy.Hubo dos hechos, que ya no dejaron dudas, de que algo ocurría entre los dos. El primero fue, cuando la fui a dejar en mi coche, a la casa de unos amigos para una reunión. Entre otras banalidades, me explicó lo celoso que era su esposo y que incluso tenía celos de mí… ¿por qué? pregunté nervioso. Bueno, porque hablo mucho de ti. Incluso a mis amigas les comento como eres. En ese minuto, no quería dejar cabos sueltos. -¿Y como soy yo?-. – Para mí eres simplemente simpático-, ...
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